Gabriela Trenchi, Silvina Luna, Stefanía Xipolitakis y Pamela Sosa habían denunciado al médico por las secuelas de las cirugías que les realizó. No quedará detenido por el momento.
El cirujano plástico Aníbal Lotocki fue condenado este miércoles a cuatro años de prisión por lesiones graves ocasionadas a cuatro mujeres luego de practicarles diversas cirugías. Además, quedó inhabilitado para ejercer la profesión por cinco años y fue absuelto en la denuncia por estafa.
La sentencia del Tribunal Oral en lo Criminal 28 que llevaba la causa iniciada contra el médico de 52 años por Gabriela Trenchi, Silvina Luna, Stefanía Xipolitakis y Pamela Sosa, se dio a conocer este mediodía. No quedará detenido de forma inmediata como habían solicitado las partes.
Previo a conocerse la sentencia, Lotocki había expresado en sus últimas palabras que fue “atacado a diestra y siniestra” por los medios de comunicación y en redes sociales.
Los casos de mala praxis de Lotocki
De acuerdo a la acusación, Lotocki le causó lesiones en el cuerpo y en la salud a Pamela Sosa debido a la intervención médica que le practicó en noviembre de 2008 dentro de la clínica “Full Esthetic”. Allí, le colocó un producto de relleno no identificado que contenía microesferas de polimetil metacrilato (PMMA) en lugares del cuerpo en que está prohibido su uso y en cantidades superiores a las sugeridas por los médicos. Eso le provocó cuatro tumoraciones en glúteos y muslos, con un proceso inflamatorio crónico.
Una situación similar atravesó Silvina Luna, que fue intervenida en octubre y noviembre de 2011 en la misma clínica y donde también se le colocó microesferas de polimetil metacrilato (PMMA). Eso le provocó alteraciones anatómicas en los glúteos y en los muslos, lo que fue advertido y documentado por otro médico en junio de 2013. Las lesiones sufridas por Stefanía Xipolotakis se dieron luego de la intervención médica de marzo de 2014 en donde también se le colocó polimetil metacrilato (PMMA).
Con respecto a Gabriela Trenchi, Lotocki había acordado con ella que le colocaría “hilos tensores” en los glúteos y que le extraería grasa de la pelvis, de la rodilla y de la cadera para mezclar con plasma de su sangre e inyectarle eso en la zona de los glúteos. La mujer le pagó 30 mil pesos y fue operada en agosto de 2015.
Sin embargo, y pese al pedido de la víctima, Lotocki le colocó un producto de relleno que contenía microesferas de polimetil metacrilato (PMMA). Esto le provocó lesiones en el cuerpo y en la salud: una “normoanatomía del tejido celular y de los glúteos mayores y en los grupos musculares de muslos y de las piernas, caracterizadas por granulomas o farmacomas, como así también por un componente inflamatorio”.