Pasaron más de dos semanas desde que su hija Danae (6) murió en el hospital y todavía Hugo Olguín y Karen Baldobino, un matrimonio de la localidad cordobesa de General Moldes, se preguntan qué le pasó. El pasado 5 de enero llevaron a Danae a la guardia del hospital local luego de que se raspara una rodilla mientras patinaba. Pero lo que comenzó como un simple accidente doméstico terminó en una tragedia inexplicable: el cuadro de la nena se agravó y tres días después murió en un hospital de Río Cuarto por causas que todavía no están claras.
Por eso, los padres de la nena de seis años denunciaron ante la justicia a los médicos del Hospital Municipal Tomás Ponsone de Moldes por presunta mala praxis. Hoy, un fiscal investiga el caso, según confirmaron fuentes judiciales a Infobae.
En diálogo con el diario El Puntal de Córdoba, Karen contó el doloroso periplo que atravesó su hija desde el momento del accidente hasta que finalmente perdió la vida. Según dijo, aquel 5 de enero decidieron llevar a Danae a la guardia porque presentaba un cuadro de fiebre y dolor en la rodilla. La caída mientras patinaba había ocurrido dos días antes, pero los síntomas comenzaron a manifestarse un día después. La madre primero resolvió darle ibuprofeno porque pensó que no era nada más que un raspón y una fiebre baja. Pero a la madrugada siguiente, Danae volvió a subir la temperatura y fue ahí que decidió llevarla al centro médico.
La madre relató que en ese momento, luego de una larga espera y los “gritos de su hija porque ya no aguantaba el dolor”, fue revisada por una pediatra que la medicó por el cuadro febril y le realizó un hisopado que resultó negativo en ese momento. Por protocolo, a la mujer también le hicieron un test y dio positivo. La médica -siempre según la denuncia de los padres- le indicó que volviera a su casa porque probablemente estaba incubando un virus y que se tomara el medicamento que le recetó.
La situación de Danae no mejoró y el mismo miércoles en horas de la tarde regresaron al sanatorio. “La nena seguía con dolor”, reveló Karen al medio cordobés. Allí nuevamente se quejó de que demoraron en darle asistencia, aunque aclaró que tiempo después fue atendida por dos médicas en la guardia y una de ellas ordenó un análisis, en el que finalmente se observó que no era un virus lo que aquejaba a la menor: Danae tenía una posible infección.
A partir del hallazgo, decidieron ordenar el traslado de la niña a un hospital de mayor complejidad. Fue así que la llevaron hasta el Hospital San Antonio de Padua de la ciudad de Río Cuarto. Fue en compañía de su abuela, porque Baldobino tenía coronavirus. “Me dijeron que la iban a trasladar a Río Cuarto, porque la iban a poder atender mejor que acá. Entonces me dijeron que me hisopara para poder acompañarla, pero como di positiva me tuve que aislar y fue con mi mamá”, contó Karen.
Sostuvo que durante la internación las cosas no mejoraron y según dijo, “ningún médico la llamó” para decirle como avanzaba la infección. “Yo era la que llamaba a mi mamá todo el día para saber cómo estaba mi hija”, aclaró. En el medio, a Danae la hisoparon nuevamente y esta vez el resultado fue positivo, aunque el resultado recién se lo dieron el viernes 7 de enero. Es decir, desde que llegó al hospital Padua y supieron que estaba contagiada, pasaron casi dos días sin que le hicieran otro análisis.
La mujer relató que ese día había podido comunicarse con Danae. Notó en ese momento que “ella estaba bien, había comido y se había bañado”. Sin embargo, denunció que la nena debía someterse a un examen de vital importancia, pero que los médicos no se lo practicaron. “Recién le hicieron todo cuando ella estaba grave, cuando entró a terapia intensiva, cuando ya era tarde. Se dejaron estar”, lamentó.
Los padres aseguran no haber tenido respuestas claras de los médicos. Jamás le explicaron si fue la infección o si fue el virus. “Nos dijeron que fue porque en el raspón que tenía en la pierna se metió una bacteria y generó una infección grave que se sumó al COVID que tenía, pero nosotros no podemos entender qué pasó”, dijo el papá de la menor. “Yo entregué a la nena bien, y la devolvieron muerta”, expresó Karen.