Miles de personas protestaron hoy en Berlín contra las restricciones impuestas por la pandemia de coronavirus, el mismo día que Alemania registró su mayor incremento de casos diarios de la enfermedad desde principios de mayo, en medio de un repunte de varios días.
La marcha, convocada por organizaciones de variados signos políticos, entre ellos ultraderechistas, se inició en la emblemática Puerta de Brandeburgo.
Según la televisión pública regional RBB, entre los manifestantes había desde pequeños comerciantes a grupos de personas que consideran que las restricciones atentan contra la libertad de movimiento.
Pero también había gente con pancartas denunciando una supuesta conspiración de la industria farmacéutica y el multimillonario Bill Gates, movimientos antivacunas y ultraderechistas exigiendo la renuncia de la jefa de Gobierno alemana, la canciller, Angela Merkel.
La consigna bajo la que fueron convocados es «El Día de la Libertad», una frase que los medios alemanes asociaron al título de la película sobre el congreso del partido nazi de 1935 dirigida por Leni Riefelstahl, la cineasta que trabajó al servicio de aparato de propaganda de Adolf Hitler.
Las autoridades berlinesas han dispuesto un fuerte dispositivo de seguridad, ya que además de esta movilización había convocadas marchas de grupos de izquierda, a las que se suman las fiestas «espontáneas» que desde hace semanas se suceden en la capital alemana, en ocasiones con miles de participantes.
La manifestación por el fin de las restricciones se produce en un momento de gran preocupación entre las autoridades por el incremento de nuevos contagios, tanto «importados» como locales.
Según los datos del Instituto Robert Koch (RKI), la autoridad epidemiológica del país, en las últimas 24 horas hubo 955 nuevos contagios, un número que no alcanzaban desde el 9 de mayo, informó la agencia de noticias alemana DPA.
El cómputo total de infecciones verificadas está en 209.653, de los cuales 192.700 son pacientes recuperados y 9.148 víctimas mortales.
La pandemia había sido controlada en gran medida en Alemania, pero el Gobierno viene advirtiendo sobre los nuevos brotes que de han estado detectando en las últimas semanas.
El RKI dijo que la aplicación más laxa de las reglas de distanciamiento e higiene, así como los viajeros que regresan del extranjero son los culpables del aumento de los casos.
«El número de 955 nuevas infecciones es alarmante. Especialmente porque no son grandes ‘puntos calientes’ sino grupos más pequeños de infecciones», dijo hoy el ministro de Economía alemán, Peter Altmaier, en un mensaje de Twitter.
«Los principales riesgos deben ser claramente nombrados para que sea posible una prevención más específica», agregó.
Como medida para evitar casos importados, desde hoy Alemania ofrecía test gratuitos de coronavirus a los viajeros que regresan del extranjero, unas pruebas que serán obligatorias a partir del lunes para quienes proceden de regiones de riesgo, a fin de evitar la cuarentena.
El propósito es que aquellos viajeros que proceden de regiones de riesgo se sometan de inmediato en el aeropuerto a las pruebas, como alternativa a la hasta ahora preceptiva cuarentena domiciliaria, cuyo cumplimiento se ha revelado difícil de comprobar.
Entre las zonas de riesgo se encuentran desde ayer tres regiones españolas -Cataluña, Navarra y Aragón- además de Luxemburgo, único país de la Unión Europea (UE) que ya estaba incluido en la lista del RKI.
El resto son terceros países de los Balcanes, así como Turquía, Estados Unidos, prácticamente toda América Latina, y amplias zonas de África y Asia.