Este vegetal de hojas verdes aporta una gran cantidad de agua al organismo, además de colaborar con la prevención de complicaciones renales. Desde Vitamina A hasta fibra, qué nutrientes brinda al cuerpo
Desde la OMS recomiendan comer, al menos, 400 gramos de frutas y verduras por día para mantener una dieta saludable (Christin Klose/dpa)
Los riñones son órganos esenciales para el buen funcionamiento del cuerpo, ya que filtran la sangre para liberarla de desechos que luego expulsan a través de la orina. La dieta, según los alimentos elegidos, puede beneficiarlos o perjudicarlos. Es por eso que, una mala alimentación podría derivar en enfermedades como la diabetes y la hipertensión, que tienen como consecuencia complicaciones renales.
Para evitar padecer estas afecciones, se debe mantener un plan alimentario balanceado y completo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una alimentación sana “ayuda a protegernos de la malnutrición en todas sus formas, así como de las enfermedades no transmisibles, entre ellas la diabetes, las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares y el cáncer”.
Además, la hidratación es esencial para que puedan cumplir su función, ya que con poca agua en el organismo, es más difícil filtrar los desechos provenientes del torrente sanguíneo. Además, es necesaria para evitar la acumulación de minerales y sales en los riñones, conocidas como cálculos renales, según el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de Estados Unidos.
Para poder cumplir con todos estos requerimientos, y brindarle una buena nutrición tanto a los riñones como a todo el organismo, la OMS aconseja “comer al menos 400 gramos, o cinco porciones de frutas y verduras al día”. Pero hay ciertas verduras que son mejores que otras en lo que respecta al cuidado de la salud renal.
Su cantidad de fibra genera una rápida sensación de saciedad, lo que ayuda a mantener un peso saludable (Imagen Ilustrativa Infobae)
Cuál es la verdura que menos engorda
Los expertos de Mayo Clinic detallan que “las calorías son la energía que se encuentra en los alimentos. El cuerpo tiene una demanda constante de energía y utiliza las calorías de los alimentos para seguir funcionando”. Se deben consumir cierta cantidad de calorías para que el organismo pueda cumplir con todas sus funciones, pero con moderación, ya que si se ingieren muchas más de las que se queman por día podrían acumularse en forma de grasa y generar un aumento de peso.
La cantidad de calorías que se deben ingerir diariamente varían según la edad y la actividad física que se realiza. Los valores para adultos varían, en promedio, de 1800 a 2400 kcal.
Con estos datos en mente, la verdura que contiene una baja cantidad de calorías, pero es rica en fibra, sustancia que ayuda a mantener un peso saludable, y se puede agregar fácilmente a cualquier dieta es la lechuga. Con solo 15 calorías por cada 100 gramos, según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, su consumo puede contribuir a otros beneficios para el cuerpo.
La lechuga, con solo 15 calorías por 100 g, promueve un peso saludable y beneficia al cuerpo, según el Departamento de Agricultura de EE.UU. (Imagen Ilustrativa Infobae).
Los beneficios de la lechuga para la salud
La cantidad de fibra que compone a la lechuga, aproximadamente 1 gramo de fibra cada 100 gramos de alimento, ayuda a la digestión, a la absorción de nutrientes y al tránsito intestinal. Desde Medline Plus comentan que “la ingesta diaria recomendada (IDR) de fibra para adultos de entre 19 y 50 años de edad es de 38 gramos al día para hombres y 25 gramos al día para mujeres”, por ende, la lechuga es un agregado ideal a la dieta para cumplir con estos requerimientos. Esta sustancia le añade volumen a las comidas y contribuye a la sensación de saciedad, lo que ayuda a regular la cantidad de alimento que se consume. Por ende, comer una ensalada que contenga lechuga antes de las comidas puede ser una buena estrategia para bajar de peso, o mantener un peso saludable.
Según reportan desde Cleveland Clinic, la lechuga tiene compuestos que funcionan como antioxidantes, por ejemplo las antocianinas (pigmentos hidrosolubles) presentes en las lechugas de hojas rojas y el betacaroteno, que es utilizado por el cuerpo para producir vitamina A. Combaten a los “radicales libres que causan inflamación y pueden contribuir a enfermedades oculares, diabetes y otras afecciones crónicas”. También contiene vitamina K, necesaria para la coagulación de la sangre y el fortalecimiento de los huesos.
Un dato relevante es que, en todo su volumen, la lechuga está compuesta en un 95% por agua. Esto hidrata al organismo, contribuye a la saciedad y es un gran aporte para el buen funcionamiento de los riñones.
La lechuga contiene tan solo 15kcal por cada 100 gramos de alimento
¿Qué tipo de lechuga es más saludable?
Hay una amplia variedad de lechugas, y no solo se diferencian en aspecto, textura y sabor. Los expertos de Cleveland Clinic sostienen que “los valores nutricionales varían según la hoja verde que elijas”.
Entre la lechuga mantecosa, la crujiente, la de hojas sueltas (roja y verde) y la romana, desde el centro médico estadounidense, explican que “la lechuga de hoja roja y verde eclipsa a la lechuga iceberg (crujiente) en términos de nutrición. Pueden tener de 6 a 20 veces más vitamina A, vitamina K y luteína” debido a su mayor cantidad de pigmentos hidrosolubles.
Los pigmentos presentes en la lechuga traen beneficios como la producción de vitamina A, o la prevención de ciertas enfermedades
¿Qué enfermedades previene la lechuga?
La cantidad de agua que contiene, mencionada previamente, estimula al buen funcionamiento de los riñones y ayuda a evitar la formación de cálculos renales. Según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, una buena hidratación también contribuye a la prevención y tratamiento de infecciones urinarias.
La luteína, otro pigmento hidrosoluble, que está presente en las variedades rojas y verde oscuras de la lechuga, ayuda a prevenir la “degeneración macular”, una enfermedad ocular que causa pérdida de la visión.
Al contribuir al mantenimiento de un peso saludable, su consumo diario puede significar una reducción en los riesgos de padecer de obesidad, diabetes tipo 2, hipertensión, y otras enfermedades cardiovasculares.
Las hojas de lechuga pueden contener tierra y microorganismos, por eso es necesario limpiarlas (Imagen Ilustrativa Infobae)
Cómo lavar la lechuga antes de comerla
Como toda verdura, es importante limpiarla antes de ingerirla, ya que puede contener tierra y microbios. Una de las mejores formas de hacer esto es lavar hoja por hoja con agua fría para evitar que las hojas pierdan firmeza y lograr deshacerse de cualquier tipo de suciedad.
Luego de colocarlas en un recipiente, se les puede agregar un chorro de limón o vinagre para eliminar todos los microorganismos y desinfectarlas. Una vez realizado este proceso, se enjuagan nuevamente en agua fría y se secan. De esta manera quedarán listas para agregar a las ensaladas.