Tras un año y medio de pandemia, el negocio gastronómico comenzó una nueva etapa con la reapertura de locales que habían cerrado durante la cuarentena y también de empresarios que apuestan por nuevos emprendimientos. Sin embargo, aseguran que tienen dificultades para conseguir empleados que puedan cubrir los nuevos puestos de trabajo.
“Es cierto que hay una demanda de personal insatisfecha. Hace un par de meses que está pasando. Estamos analizando los motivos, pero no tenemos una única respuesta cierta”, señaló Daniel Prieto, presidente de la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés (Ahrcc).
“Creemos que muchas personas que trabajaban en el sector y que quedaron desocupados se reubicaron en otros trabajos. Hay muchos cambios de conducta en la pospandemia que todavía no llegamos a explicar”, agregó.
De acuerdo con Prieto, puede observarse una reactivación del sector en los barrios, donde hay un repunte lógico después de las restricciones, pero la situación sigue siendo muy complicada en zonas como el centro porteño y Puerto Madero, más dependientes del movimiento de los empleados de las oficinas y del turismo.
Desde la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos (Uthgra), el sindicato que agrupa a los empleados del sector, aseguraron que, a pesar de haber una mayor demanda de empleo, las personas de más de 45 años que quieren reubicarse no lo consiguen. “Antes teníamos un gremio con un promedio de edad de 36 años y hoy el promedio bajó a 25 años”, señaló Dante Camaño, secretario general del sindicato.
“Estamos en un período bisagra que no vivimos nunca antes y que ocasionó cambios muy asimétricos. Cambiaron los hábitos de consumo y hoy la gente prefiere pedir delivery y comer en su casa —agregó Camaño—. Tenemos miles de personas que quedaron sin trabajo. En la ciudad de Buenos Aires cerraron unos 2300 locales. Es uno de los momentos más duros en la historia de la institución”. Hoy el sueldo promedio de los trabajadores del sector es de unos $54.000.