Se trata de una pieza clave en la denominada «banda del fiscal», la organización criminal acusada de robar cargamentos de droga secuestrados en procedimientos judiciales y de extorsionar a familiares de narcotraficantes. Hasta fines de julio pasado, cuando ordenaron su detención, Adrián Baeta prestaba servicios en la policía bonaerense. Estuvo prófugo más de cinco meses, hasta hoy, cuando fue detenido por personal de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA).
Según las fuentes consultadas, en el allanamiento, la PSA secuestró un arma de fuego, siete teléfonos celulares (tres estaban dañados), una notebook, un disco rígido, una camioneta Peugeot Expert y una moto Yamaha.
Una de las imputaciones que se le adjudica a «la banda del fiscal» es el robo de un cargamento de cocaína que estaba en poder de una organización de narcotraficantes. Se habrían quedado con una cantidad estimada entre 520 y 560 kilos de droga, con un valor cercano a los US$ 2.800.000.
Oficialmente solo se informó del secuestro de media tonelada de cocaína. El operativo, que se dio a conocer en diciembre de 2013, fue bautizado como Leones Blancos y en la presentación ante los medios de comunicación estuvo presente el por entonces gobernador Daniel Scioli, que se paseó entre los ladrillos de cocaína secuestrados por el fiscal Scapolan y los detectives de la policía bonaerense.
Los otros 520 o 560 kilos de cocaína robados a la banda de narcotraficantes terminaron en unas cabañas de Santa Clara del Mar. Antes del traslado a la costa, según la declaración de imputados arrepentidos y testigos de identidad reservada, la droga estuvo almacenada en un salón de fiestas de Quilmes que pertenecería a Baeta.
El pedido de detención fue hecho por el fiscal federal de San Isidro Fernando Domínguez y ordenado por la jueza federal San Arroyo Salgado.