A primera hora de la mañana, los seguidores de Bolsonaro se empezaron a concentrar en Brasilia. Hay tensión porque algunos grupos buscan llegar lo más cerca posible del Congreso y del Tribunal Supremo Federal. Los manifestantes piden “intervención ya”.
A las 10:00 local (13:00 GMT), bolsonaristas atacaron con golpes de puño a distintas personas, que consideraron “infiltradas”. La situación ocurrió con al menos dos jóvenes, quienes fueron empujados, golpeados en la espalda y llamados “petistas”, en clara referencia al Partido de los Trabajadores. Estas dos personas lograron irse del lugar.
Sin embargo, según consignó la revista Veja, la principal preocupación es San Pablo dado que a las 14:00 local (17:00 GMT) los dos grupos -los que están a favor y los que están en contra del Gobierno- marcharán al mismo tiempo, aunque separados por tres kilómetros. Se espera que la movilización en esta ciudad sea la más grande del país y Bolsonaro ya anticipó que también estará presente allí.
“Llegó la hora de decir el día 7 que nos volvimos independientes (…) para decir que no aceptamos que alguien en Brasilia quiera imponer su voluntad”, exclamó Bolsonaro durante un discurso la semana pasada. Era una clara alusión a los jueces de la Corte Suprema y del Tribunal Superior Electoral contra los cuales está en pie de guerra desde hace semanas después de que estos abrieran varias investigaciones contra él y su entorno, entre otras cosas por difundir informaciones falsas.
En la noche del lunes, simpatizantes de Bolsonaro rompieron una barrera policial e irrumpieron en la Explanada de los Ministerios, una avenida que concentra todos los edificios del poder público, entre ellos las sedes del Parlamento y la Corte Suprema, con pedidos de intervención militar, pese a que el tránsito de vehículos fue prohibido.
Entre la multitud, que igualmente vociferaba que iba a “cerrar el Supremo”, se encontraba uno de los hijos del propio mandatario, el diputado federal Eduardo Bolsonaro. Las autoridades admitieron que hubo una “invasión” pero aseguraron que la seguridad fue reforzada para impedir que los manifestantes pudiesen llegar a la sede de la máxima corte del país e informaron de que han cortado el tránsito nuevamente.
Un grupo importante de personas se concentró a primera hora de este martes para protestar con el mandatario. Uno de ellos es Leandro Lanfredi, de 38 años, quien, en diálogo con Folha, dijo que participar en el acto es una forma de defender los intereses de los trabajadores. Además, considera que existe un riesgo real de “ruptura democrática”.
“La única respuesta a esto la pueden dar las masas en las calles. No serán estas instituciones que fueron parte del juicio político y varios avances autoritarios las que detendrán esto. Será la gente en las calles”, expresó.