A las 9.54, Havanna publicó en su cuenta de Twitter un mensaje ofreciendo sus productos: “¡Para los que lo pidieron! Si en tu trabajo no recibiste caja navideña, dejanos tu CUIL y te mandamos una Caja Havanna.” Las respuestas con los números de CUIL no se hicieron esperar y llegaron masivamente. Más de 2 horas después, a las 12.21, la amable oferta se transformó en un chiste del 28 de diciembre y un nuevo tuit lo dijo: “¡Feliz día de los inocentes! Ahora en serio. Entre los copados que participaron, ¡vamos a sortear 5 Cajas!”.
Incluso antes de que se develara la broma, empezar a llover respuestas con mensajes negativos sobre la cuenta. Algunos usuarios, con tono legal, le recordaban a Havanna que las promociones son vinculantes según la ley de Defensa del Consumidor, por lo que no veían ninguna broma. Y hasta dudaron de la legalidad de pedir un dato personal como el CUIL a través de una red social.
A otros no les cayó bien que se bromeara con la posibilidad de regalar una caja navideña con alfajores y otros productos, algo a lo que no todos los trabajadores acceden. Y desde el primer momento, cientos de respuestas dejaban algo en claro: esperaban una caja de productos como respuesta, sin sorteos ni nada por el estilo. Y sin bromas.
Finalmente, a las 15.31, llegó la disculpa de la empresa y, con ello, el compromiso de que enviarían sus productos a todos los que mandaron su CUIL y tomaron el primer tuit como una oferta real, lejos de cualquier chiste.
“Queremos pedir perdón -sin atenuantes- a todos nuestros seguidores y consumidores por un sorteo que estuvo mal planteado. No hay otra excusa ni explicación,” dijo la empresa. El mensaje agregó que por ese motivo “a todos aquellos que hayan enviado su CUIL tal como decía el tweet, tanto de manera pública como privada antes de nuestro aviso de que se trataba de un posteo sobre el Día de los Inocentes, es decir entre las 9.54 y las 12.21, les enviaremos una caja con productos Havanna” y luego reiteró sus “sinceras disculpas”.