A comienzos de la noche del lunes, casi en el mismo horario y en el centro de Rosario, se arrojaron dos bombas molotov contra las sedes de la Obra Social de Empleados de Comercio y la la Unión de Recibidores de Granos y Anexos de la República Argentina. Los casos son investigados por separado por la fiscal de Flagrancia, Verónica Ballari, aunque no se descartan posibles conexiones entre ambos.
El primero de los ataques ocurrió en San Lorenzo al 2000, a una cuadra de la sede de Gobernación de Santa Fe. La Brigada Motorizada de la Unidad Regional II y peritos de la Agencia de Investigación Criminal secuestraron una botella de plástico de tres litros de gaseosa que había sido lanzada con combustible contra el edificio, donde se inició el fuego. Una vecina intervino y logró extinguir las llamas antes de que lleguen las fuerzas de seguridad y Bomberos Zapadores.
De acuerdo a datos recolectados por investigadores policiales, la Unión de Recolectores de Granos aparentemente se encuentra en una disputa interna, donde un grupo de afiliados pide la renuncia de autoridades.
El otro hecho ocurrió en Corrientes al 400, en el microcentro de Rosario, donde está el edificio del Sindicato de Empleados de Comercio y OSECAC, su obra social. Quienes arrojaron la bomba de fabricación casera fueron dos personas que caminaban por Corrientes y luego huyeron por la calle Tucumán, donde aparentemente eran esperados por un auto, según explicó este martes la prosecretaria de Empleados de Comercio Silvana Crocci.
Como los dos casos ocurrieron casi en simultáneo, a unas diez cuadras de distancia, con el mismo elemento y los agresores iban en un auto –según los testimonios–, la fiscal Ballari ordenó relevamiento de cámaras de la zona para avanzar con la identificación del vehículo y de los posibles sospechosos.
“Es una locura. Acá hay un tránsito de entre ocho mil y nueve mil personas por día. No recibimos amenazas previas ni ninguna cosa extraña. Tenemos cámaras que muestran a dos masculinos que tiran una botella de gaseosa encendida. Después, llegaron los Bomberos Zapadores para apagar el fuego”, dijo Crocci en Radio 2 de Rosario.
Consultada sobre una posible intimidación de una estructura criminal, respondió: “Sería una locura si el crecimiento de una organización sindical y una mutual es la razón de esto. Yo bajo ningún punto de vista puedo hacer ese razonamiento. Pero nosotros, insisto, no recibimos amenazas”. La pregunta surge por una versión que llegó al Ministerio Público de la Acusación de que una expansión de una proveeduría del Sindicato hacia la zona sur habría sido el objeto de amenazas de parte de Los Monos, que posee dos distribuidoras de alimentos y bebidas que están a nombre de personas que no integran la banda, según investigadores policiales.
La prosecretaria de Empleados de Comercio también agregó que hace 10 días “una bandita venía tirando cosas por calle Corrientes y también arrojó una botella y la prendió fuego en la puerta”. “Dimos aviso a la Policía, pero fue un hecho totalmente diferente. Ahora se trató de un ataque directo”, sostuvo.