Dos oficiales primeros de la Policía de la Ciudad fueron procesados por encubrimiento agravado y falso testimonio acusados de haber colaborado con el oficial que en agosto de 2019 derribó de una patada a un hombre que vivía en la indigencia y que murió al golpear su cabeza en el asfalto en el barrio porteño de San Cristóbal, informaron fuentes judiciales.
Según informó la Procuración, la decisión fue adoptada por la jueza nacional en lo Criminal y Correccional 8, Yamile Susana Bernan, en el marco de una investigación originada en el pedido de extracción de testimonios efectuado en su momento por la fiscal Ana Yacobucci en la causa principal por el homicidio preterintencional de Jorge Martín Gómez (41), quien murió en agosto de 2019 luego de haber sido derribado de un patada y golpearse la cabeza en la caída, en la calle Carlos Calvo entre Saavedra y Alberti, del barrio porteño de San Cristóbal.
En diciembre pasado, el actual fiscal de la causa, Leonel Gómez Barbella, de la Fiscalía en lo Criminal y Correccional 32, había solicitado la indagatoria de tres efectivos policiales por los delitos de encubrimiento agravado, falso testimonio agravado y falsedad ideológica.
En su pedido, Gómez Barbella había considerado que actuaron “en forma conjunta y coordinada para ocultar, alterar y hacer desaparecer los rastros y pruebas del delito” para ayudar a otro policía, Esteban Ramírez (44), con el objetivo de que pueda eludir la investigación en su contra.
Los tres policías fueron indagados por la jueza Bernan que ahora procesó, aunque sin prisión preventiva a dos de ellos, la oficial primero Lorena Alejandra Luna y el oficial primero Sergio Daniel Sendra, como coautores de “encubrimiento agravado por haber sido cometido por funcionarios públicos” y de “falso testimonio”.
La jueza consideró que ambos oficiales de la comisaría vecinal 3B habían visto cuando el policía Ramírez dio una patada que hizo que Gómez cayera al suelo y que, incluso, habían advertido “la gravedad de las lesiones» ocasionadas al hombre.
De acuerdo a la resolución, eso permitió explicar por qué “obraron como lo hicieron” y con la finalidad de ocultar lo ocurrido para evitar que el policía “pudiese ser responsabilizado por ello”.