Las máximas autoridades del Banco Central (BCRA), el presidente Miguel Ángel Pesce y los vice Sergio Woyecheszen y Jorge Carrera, justificaron hoy las medidas cambiarias ante «las distorsiones por maniobras especulativas» y para dar «tranquilidad de cara a los meses que vienen, en los que la pandemia nos irá dejando una nueva normalidad».
Pesce destacó, en declaraciones a Radio 10, la necesidad de «normalizar y transparentar» las operaciones con títulos; de que las empresas reestructuren los próximos vencimientos de deuda; y de restringir «la demanda que estamos teniendo de dólar para ahorro».
Woyecheszen afirmó a su vez, en radio La Red, que «lo mejor que podemos hacer desde el BCRA en este contexto es dar previsibilidad respecto de las reservas que tenemos, que son el principal activo para sostener el valor de la moneda».
Carrera dijo en tanto, en Radio Con Vos, que para el dólar ahorro «se eligió una solución de mercado, que es poner un precio más acorde con lo que reflejaba la demanda».
El presidente del Central recordó que el endeudamiento del sector privado entre 2015 y 2019 fue de US$ 20.000 millones, un 84%, «y esto nos está trayendo distorsiones porque esta deuda comienza a vencer».
Explicó que algunas grandes empresas aprovechan la baja en la tasa de interés en pesos, toman deuda en moneda local, compran dólares y pagan deudas contraídas durante el Gobierno anterior.
A esas empresas, una decena con obligaciones negociables y menos de 100 con deudas bancarias, el BCRA les pidió que presenten a fin de mes un plan de reestructuración de los vencimientos del próximo semestre, que empiezan desde el 15 de octubre.
«Necesitamos que esas empresas con deudas por más de US$ un millón dialoguen con sus acreedores y reestructuren; no hay una exigencia o precipicio, sino que pedimos que no saquen tanta ventaja», aclaró Pesce.
El funcionario añadió que junto con la Comisión de Valores se busca transparentar las operaciones del mercado de títulos, ya que «el dólar MEP y el contado con liquidación (CCL) tenían características opacas».
Según Pesce, fondos especulativos ingresaron al mercado en los últimos años para comprar bonos con ley argentina para aprovechar el carry trade, es decir, la diferencia de tasas entre el exterior y la Argentina, y operaban en el CCL.
En ese segmento, recordó, «se operaban unos US$ 100 millones diarios y establecimos una serie de controles a quienes compraban dólares en el mercado oficial: se les dijo que por 90 días no pueden operar en el de títulos».
Esto sacó de la demanda a la gran mayoría de las empresas argentinas, que obviamente prefieren operar en el mercado oficial; se retiró así el 50% de la demanda, explicó Pesce.
Del resto, unos US$ 30 millones correspondían a fondos especulativos que sacaban diferencias con las tasas de interés en pesos, de modo que con las nuevas medidas «se va a reducir la demanda de unos US$ 45 millones a US$ 25 millones».
A la vez, la CNV restringió a los operadores de bolsa las operaciones con títulos argentinos fuera de los mercados locales, «lo que traía opacidad en el mercado porque no se sabía quién compraba y quién vendía: hemos encontrado fondos de Centroamérica, de países vecinos, de islas del Caribe, así que la medida va en el sentido de transparentar», afirmó el titular del BCRA.
Respecto del dólar ahorro, aclaró que el único límite para compras con tarjetas de crédito en el exterior es el que establece el banco, y esos consumos serán a cuenta de los US$ 200 que se hagan todos los meses, mientras en servicios como Netflix o Spotify, si se pagan en pesos no afectarán la capacidad para comprar dólares ahorro.
Remarcó además que esta medida sólo afecta a seis millones de personas (cuatro millones que operan habitualmente y otros dos con compras esporádicas), a la vez que garantizó la libre disponibilidad de los depósitos de los ahorristas.
Carrera remarcó a su vez que la medida adoptada en esta franja «ha sido la más positiva y benigna», ya que «hay que hacer una administración inteligente de los dólares que hay».
Woyecheszen, en tanto, dijo que «todo esto se da en el marco de una transición macroeconómica que la pandemia exacerbó», y confió en que las medidas, «al reducir la brecha entre el tipo de cambio oficial y otros como el MEP o el CCL, calmen un poco las expectativas y nos dejen seguir trabajando».
Coincidió además con Pesce en cuanto a que el dólar blue «es un mercado ilegal y muy reducido, que se maneja con muy pocas manos».
Para el presidente del Banco Central, el blue «es un mercado delictivo», y quien opera en ese mercado «puede estar comprando o vendiendo dólares a alguien que cometió un delito», por lo cual asemejó esas operaciones con la venta de autos en un desarmadero; «es la misma situación», señaló.
Pesce agregó que «se han cruzado bases de datos y uno encuentra (en el mercado blue) narcotraficantes, traficantes de armas, cualquier cosa».