Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) exigió este miércoles a los países ricos que suspendan «por lo menos hasta fines de septiembre» sus planes de otorgar una tercera dosis contra el coronavirus, indicó que no hay evidencias que esto mejore la eficacia de inmunización contra el virus e instó a donar esas vacunas a aquellos Estados que tienen más dificultades en el acceso.
“Necesitamos cambiar las cosas urgentemente: que la mayoría de vacunas dejen de ir a los países ricos para que vayan a los pobres», declaró en conferencia de prensa el director. En este marco, señaló que la suspensión de esta inoculación de refuerzo tendría que durar «al menos hasta finales de septiembre» para de este modo “permitir así la inmunización de al menos el 10% de la población de cada país del mundo».
“La decisión se basó en una investigación y un análisis considerable, así como en el aumento y el riesgo de la variante Delta. Israel ya administró a 2.000 personas inmunodeprimidas con una tercera dosis sin efectos adversos graves y ahora estamos lanzando una campaña nacional”, argumentó el primer ministro Naftali Bennet.
Las autoridades alemanas ya anunciaron una medida similar para personas inmunodeprimidas, adultos mayores y el personal sanitario que trabaje con estos colectivos, lo que empezará a ponerse en marcha a principios del mes pasado.