El fiscal que investiga el caso del jubilado Jorge Ríos, quien mató a balazos a uno de los delincuentes que el 17 de julio pasado entró a robar a su casa del partido bonaerense de Quilmes, solicitó esta tarde el cese del arresto domiciliario por considerar que no existen riesgos de que se fugue o entorpezca el proceso, informaron fuentes judiciales.
En tanto, el herrero de 71 años fue nuevamente internado esta tarde en una clínica privada porteña a raíz de un problema de salud.
Fuentes judiciales informaron a que el fiscal Ariel Rivas, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 de Quilmes, pidió en las últimas horas al juez de Garantías Martín Nolfi que ordene el cese del arresto domiciliario del jubilado.
El fiscal Rivas consideró la prisión preventiva como la «última ratio», por lo que «deben aplicarse, de ser posible, alternativas menos gravosas», ya que ello no afecta «la presunción de inocencia».
En su presentación, el titular de la UFI 1 quilmeña también recordó que el juez Nolfi ya le otorgó en su momento el arresto domiciliario a Ríos «teniendo en cuenta su edad, estado de salud, las lesiones padecidas, su carencia de antecedentes y su arraigo, bastando para ello su promesa jurada, sin necesidad de colocarle una tobillera electrónica para su control por sistema de monitoreo».
Por ello, y sumado que desde entonces el jubilado no demostró «la voluntad de burlar la acción de la justicia, sino de estar a derecho y someterse al imperio de la ley», el fiscal entendió que «es posible garantizar el alcance de los fines» del proceso «sin necesidad de que el señor Ríos permanezca detenido en su domicilio».
Finalmente, Rivas se remitió al juez para que en ese marco dicte la excarcelación «bajo las condiciones asegurativas» que estime «pertinentes».
Según las fuentes, el magistrado deberá en las próximas horas resolver si hace lugar al requerimiento del fiscal que mantiene la imputación de Ríos por el delito de «homicidio agravado por el empleo de arma de fuego», el cual tiene una pena mínima de 10 años y 8 meses de prisión.
Por su parte, uno de los abogados defensores, Fernando Soto, dijo que da por sentado que el juez hará lugar al planteo del fiscal, por lo que celebró que el jubilado «ya está en libertad».
«Jorge está internado. Tiene sus heridas infectadas y un grave cuadro de hipertensión arterial», señaló el abogado, quien en su cuenta de la red social Twitter publicó fotografías de Ríos esta tarde en la Clínica de los Virreyes, situada en Ciudad de la Paz 1157, en el barrio porteño de Belgrano.
En esas imágenes se podían observar heridas en el rostro y en los miembros superiores.
El herrero ya había sufrido una descompensación el domingo 19 de julio, dos días después del hecho y cuando todavía estaba detenido en la comisaría 9na. de Quilmes, por lo que en aquella oportunidad debió ser asistido en un hospital de la zona.
Un día después de ese incidente, el juez Nolfi le otorgó el arresto domiciliario por cuestiones de salud.
Por otra parte, una de las testigos que presenció parte de la secuencia en la que el jubilado Ríos mató a balazos al ladrón Franco Martín Moreyra (26), alias «Piolo», denunció hoy ante la Justicia que fue intimidada por Marino Cid Aparicio, otro de los abogados defensores del acusado, quien ejerció «violencia verbal de contenido sexual» cuando fue a la fiscalía a declarar.
Fuentes judiciales informaron que la denuncia fue radicada esta mañana ante la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 8 de Quilmes, especializada en violencia de género, a cargo de Alejandro Ruggeri, quien tenía previsto citar en las próximas horas a la mujer a ratificarla y comenzar luego a escuchar a los testigos.
El crimen de Moreyra ocurrió la madrugada del 17 de este mes, cuando cinco ladrones ingresaron por tercera vez en la misma noche a robar a la vivienda de Ríos, ubicada Ayolas al 2700, en Quilmes Oeste.
El jubilado fue sorprendido mientras dormía, golpeado e intimidado con un destornillador por los asaltantes, por lo que extrajo una pistola Bersa Thunder calibre 9 milímetros y les efectuó varios disparos con los que los hizo huir.
En las imágenes de las cámaras de seguridad se ve que uno de los ladrones, luego identificado como Moreyra, quedó rezagado del resto de la banda porque estaba herido en un tobillo y trató de huir renguenado hasta que cayó a la vuelta de la esquina.
En los mismos videos se ve que Ríos salió armado de su casa y alcanzó a Moreyra, y lo pateó y aparentemente le disparó y lo mató.
Sin embargo, para la defensa se trató de un caso de «legítima defensa privilegiada», al tiempo que recusaron al fiscal Rivas.
Mientras que por el asalto al jubilado, la policía ya detuvo a los cuatro presuntos cómplices de Moreyra en el asalto, identificados como David Ezequiel Córdoba (25), Cristian Chiara (23), Martín Ariel Salto (27) y Claudio «El Enano» Dahmer (27).