Sebastián Romero, el militante que se encuentra bajo prisión domiciliaria por haber atacado a policías con un mortero en diciembre de 2017, defendió el nuevo ataque al Congreso sucedido ayer durante el debate del acuerdo con el FMI.
“Cuando no tenés más nada que perder, llegás a esa situación. Los delincuentes son los que iban con balas de gomas y casco, los delincuentes son los que estaban dentro del Congreso, afuera estaba la gente que quiere que nos dejen de robar”, aseguró en diálogo con Eduardo Feinmann en radio Mitre.
Las similitudes entre lo que ocurrió en diciembre de 2017 durante el debate de una reforma previsional y ayer son evidentes. Las imágenes de las cámaras de seguridad muestran que los manifestantes más violentos surgen de desprendimientos del Frente de Organizaciones en Lucha y del MTR. Algunos tienen pecheras y otros salieron de las filas de esos grupos y empezaron con la violencia. Pero una bandera llamó la atención: de color rojo y la con sigla PSTU en amarillo. Se trata del Partido Socialista de los Trabajadores Unidos, el mismo al que pertenece Sebastián Romero.
En el video al que accedió Infobae se ve cómo todo empieza en Hipólito Yrigoyen y Avenida Entre Ríos, la esquina del Palacio Legislativo. Allí, los manifestantes prenden fuego neumáticos, en un incendio que generó una densa columna de humo negro, otros prenden tachos de basura del mobiliario urbano y, por detrás, un grupo de jóvenes encapuchados empezaron a disparar proyectiles contra el frente del Congreso. Uno de los blancos -se desconoce si era con conocimiento- eran los ventanales amplios del despacho de Cristina Kirchner, la vicepresidenta de la Nación que estaba en el edificio.
Romero no pudo ver en vivo los incidentes porque se le había cortado la luz. Está en su casa, encerrado con prisión domiciliaria desde agosto de 2021 por orden del juez federal Sebastián Casanello. Antes de ser apresado, estuvo más de dos años prófugo de la Justicia. Fue encontrado en la ciudad uruguaya del Chuy, cerca de la frontera con Brasil y extraditado a la Argentina.
Cuando recuperó la luz, se enteró de lo que había pasado en el Congreso por televisión. “Es fácil echarle la culpa a quien tomó una bomba molotov cuando en realidad la bomba estaba dentro del Congreso porque nos van a reventar nuestras vidas, nos van a contaminar todas las tierras y nos van a dejar en la miseria”, planteó este viernes.
“Este gobierno es igual al anterior. Es la continuidad. Cambia el discurso, pero en la práctica hacen lo mismo. Son iguales. Todos actúan bajo el mismo ala. Siempre benefician a los que más tienen. Justifican la propiedad privada antes que la vida de las personas, antes que la comida que tienen que tener las personas. Hay un 50% de pobreza en la Argentina. ¿Cómo vamos a reconstruir un país así?”, agregó.