Sergiy Nebrat, encargado de negocios de Ucrania en la Argentina y principal autoridad diplomática, mostró su insatisfacción por la reacción del gobierno argentino frente a la invasión rusa a su país.
“No estamos conformes, queremos una señal clara por parte de la Argentina, que le pida a Rusia que saque sus tropas militares”, aseguró en una rueda de prensa realizada este mediodía frente a la embajada, ubicada en el barrio de Palermo, sobre la calle Olleros, que tuvo que ser cortada al tránsito ante la masiva presencia de móviles de radio, televisión y medios gráficos.
Nebrat confirmó también que pidió una entrevista urgente con el canciller argentino, Santiago Cafiero y que aún no había recibido respuesta a su pedido. Ni bien salió de la sede diplomática, leyó un largo comunicado detallando la situación en su país. En ese marco, afirmó que “Rusia no quiere la paz, quiere la guerra”, y luego agregó que “esperamos un apoyo de la Argentina, incluso mediante sanciones económicas a Rusia. Las sanciones económicas dependen del ministerio de Economía de la Argentina”. Nebrat fue recibido el miércoles en el Palacio San Martín por el vicecanciller argentino, Pablo Tettamanti, pero no hubo mayores detalles sobre el resultado de ese encuentro.
El representante ucraniano resaltó el apoyo que recibió de otros países de América Latina como Uruguay que el jueves “dio un muy buen ejemplo. Necesitamos que Argentina apoye la integridad territorial y la soberanía de Ucrania”. Sobre la reciente visita del presidente argentino Alberto Fernández a Rusia a principios de febrero, dijo que “esta es una opinión personal pero no era el momento adecuado para una visita a Putin, teniendo en cuenta que en los últimos 8 años hubo tantos muertos en mi país y que iba a atacar a un país independiente. No fue oportuno”.
Igualmente, Nebrat resaltó que “cada país sabe como maneja su política exterior. Argentina es un país independiente y Ucrania también. Estamos entre amigos y creo que Argentina hará todo lo posible para defender a Ucrania. Tenemos una gran comunidad de ucranianos en este país y nos mantenemos en contacto permanente con la Cancillería”.
La conferencia que dio Nebrat ante más de 20 medios de comunicación se retrasó casi 45 minutos de la hora prevista debido a que desde la embajada, una vieja casona ubicada entre las sedes diplomáticas de Filipinas y Pakistán, pidieron retirar el vallado metálico dispuesto sobre la vereda. Quisieron mostrar mayor “normalidad” aunque la seguridad del edificio estaba reforzada por el vallado, más policías en la puerta (de la Policía Federal y de la de la Ciudad) y varios patrulleros sobre la cuadra entre 11 de septiembre y Villanueva.