La referente de la Coalición Cívica Elisa Carrió consideró este lunes «gracioso» que los acusados por el intento de asesinato contra la vicepresidenta Cristina Fernández sean vendedores ambulantes de copos de azúcar, pero valoró que «gracias a Dios no pasó nada».
“Que haya una banda de vendedores de copos de azúcar es muy gracioso”, dijo Carrió, quien añadió que, a partir de estos dichos, “ahora viene el ‘gordicidio’ (SIC), que es la muerte de una gorda”.
La dirigente opositora se expresó en estos términos en declaraciones a la prensa que realizó al ingresar a la sede de la Gobernación para reunirse con el mandatario correntino, Gustavo Valdés.
Allí, al referirse al intento de magnicidio cometido contra la Vicepresidenta el 1 de septiembre, valoró que “ya pasó» y que «gracias a Dios no pasó nada”.
“El hecho existió; ahora, que haya una banda de vendedores de copos de azúcar es muy gracioso, porque si me atacan a mí, me matan por diabética, porque yo hubiera comprado los copos”, dijo la exdiputada.
Seguidamente agregó: “Es un país de papel, se dan cuenta, (…) una banda que vende copos de azúcar”.
“Ya pasó, gracias a Dios no pasó nada, la presidenta estaba en indefensión, ya pasó”, remarcó Carrió y siguió en tono de broma: “Ahora viene el ‘gordicidio’, que es la muerte de una gorda”.
Carrió arribó a Corrientes para buscar su título en la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), que según indicó «lo había perdido”.