The iCase y Fix Station se encuentran entre las compañías implicadas. Estricto secreto en la causa
En la noche de ayer, tras 65 allanamientos, la Policía de la Ciudad y personal de Aduana desarticularon una organización familiar dedicada al contrabando de teléfonos Iphone, que luego comercializaban en 58 locales instalados en shoppings de la Capital Federal, el Gran Buenos Aires y Rosario.
Los procedimientos fueron ordenados por el juez en lo penal económico Pablo Yadarola, bajo estricto secreto de sumario. Entre los lugares allanados se encuentran locales de firmas como The Icase, Fix Station y Swop Tech en puntos como los shoppings Abasto, Rosario, Alto Avellaneda, Unicenter, Devoto, Boulevart, Dot Bayres y Galerías Pacífico, luego de escuchas telefónicas, cruces de información, seguimientos y chequeos de domicilio.
De acuerdo a la información que brindó la Policía, la organización a cargo de la maniobra ilícita incluía a un hombre quien es señalado como el jefe de la organización junto a dos hijos y un sobrino. En total crearon diez empresas ficticias, todas manejadas desde una oficina central en el barrio de Belgrano. Allí fueron secuestrados 159 de Iphone sellados, que habrían sido ingresados por un pasante, al que se le contabilizaron 23 viajes entre Estados Unidos y la Argentina en seis meses.
Así, la investigación derivó en 65 allanamientos, y el secuestro de más de 200 equipos celulares, en su mayoría Iphone, y cientos de accesorios, decenas de CPU con información de las maniobras, más de 6 millones de pesos en efectivo y más de 7 mil dólares, tres vehículos de alta gama y cuatro pallets con documentación de las operaciones, desde 2016 hasta hoy.
Según indicaron las fuentes del caso, la modalidad utilizada por la banda era así: los Iphone eran traídos por un pasante. En paralelo, a través de “couriers”, empresas de mensajería, llegaban contenedores con basura tecnológica, en las que estaban ocultas pantallas, vidrios templados y distintos repuestos para los celulares.
Los 58 locales eran de compra venta y para reparaciones. Se encontraban bajo tres razones sociales. Sin embargo, en los lugares no se encontraban los Iphones, según pudieron comprobar los oficiales, sino que quien quería comprar los encargaba y desde la oficina central iniciaban el proceso.
Una vez que el pasante lograba ingresar la mercadería a la Argentina, el producto iba a la oficina central en Belgrano. Allí descartaban la caja original y los ponían en cajas de las distintas razones sociales creadas por la banda.
Con todos los elementos acopiados, la Fiscalía en lo Penal Económico N°7, a cargo de María Ruiz Morales, solicitó los 65 allanamientos y fueron ordenados por el juez Yadarola.
Los allanamientos se llevaron adelante en la oficina central, ubicada en Olazábal al 2400, en Belgrano, desde donde se movían los hilos de la organización. También en el depósito que utilizaban, en Yapeyú al 1800, en la localidad bonaerense de San Martín. Luego, en cinco domicilios de los involucrados, cuatro en la Ciudad de Buenos Aires y uno en Vicente López. Por último, en los 58 locales, en Capital Federal, provincia de Buenos Aires y Rosario.
La mayoría de los locales estaban instalados en shoppings. También, la organización contaba con sus propios comercios; como en Rosario, donde había tres locales con las distintas razones sociales, o en Avellaneda, donde había seis.
Las diez empresas ficticias tenían como objetivo, ampliar la posibilidad de hacer compras al exterior, a través de “couriers”, haciendo compras de mercadería sin nada de valor, con el objetivo de traer ocultas pantallas, vidrios templados y fundas especiales, publicó Infobae.