Por Raimi Rios
Nosotros como seres, estamos compuestos por un ser femenino y un ser masculino que nada tienen que ver con la identidad sexual o con ser hombre o mujer, ambas deben estar en equilibrio dado que forman parte del universo y la creación, lo cual permite crear un todo. Es por ello que conocer y entender ambas fuerzas te permite aumentar tu equilibrio y bienestar.
Cuando hablamos de energía femenina (Shakti) nos referimos a la energía creativa, receptiva, intuitiva y reflexiva, aquella que gesta e inspira, mientras que la masculina (Shiva) es racional, competitiva e impulsiva, aquella que necesita hacer y dar.
Equilibrar ambas energías complementarias nos permite manifestar realmente lo que deseamos. Tanto la energía femenina como la masculina, son dos polaridades de una misma cosa y, en ocasiones, pueden estar en conflicto cuando pretendemos eliminar la existencia de alguna de ellas de nuestro ser. Negar esta dualidad de nuestro interior nos desequilibra y hace que reprimamos nuestro verdadero potencial, mientras que buscar el equilibrio entre ambas energías nos permite un aprendizaje y crecimiento mucho más profundo.
Cuando potencias más tu energía masculina tiendes a racionalizar todo lo que sucede a tu alrededor, sin reparar tanto en el plano espiritual y desconectándote de tus propias emociones. Lo importante es lograr que ambas energías convivan en equilibrio como lo deben hacer acción, esencia, mente y corazón.
Alinea ambas energías
Estar alineado con ambas energías es totalmente favorable y te permitirá sentirte muchísimo mejor, lo cual es imprescindible para afrontar la vida. Sin la parte introspectiva que te proporciona la energía femenina no podrás saber quién eres, qué quieres o hacia dónde quieres ir. Pero sin la acción que te da la energía masculina no podrás activarte para poder llegar a lograr aquello que deseas. El objetivo es no quedarse siendo un ser pasivo esperando a que las cosas ocurran, sino identificar qué quieres que pase e ir por ello.
Para mantener las energías en equilibrio es importante detectar cuál de ellas está más presente en ti. Pregúntate por qué y luego permite que la otra energía también gane terreno hasta que ambas estén en sintonía. Por ejemplo, si estás en el trabajo, mandando, organizando todo para conseguir tus objetivos, estás en el masculino, tienes un rol activo. Piensa en cómo está tu cuerpo en esta situación: rígido, vertical, fuerte. Ahora piensa que estás bailando salsa, moviendo el cuerpo, contoneándote al ritmo de la música, ahí estás en el femenino, tienes un rol más relajado o pasivo. Tu cuerpo fluye y se deja llevar por la música.
Para ser un hombre o una mujer completa y vivir la vida sin limitaciones tienes que ser capaz de identificar y conectar con estas dos energías y además hacer las paces con tu femenino y masculino interno.
Como Equilibrar
Si aún te preguntas cómo equilibrar la energía femenina, debes saber que una de las mejores actividades físicas que te permite conectar con tu energía femenina y mantener el equilibrio con la energía masculina es el yoga. A través de esta práctica podrás equilibrar ambas energías y reencontrarte con ellas.
Mediante el yoga también puedes activar tu lado masculino con prácticas más intensas, mientras que puedes fomentar tu parte femenina mediante la meditación y potenciar más tu lado espiritual.
Entender que somos seres con energía de los dos géneros nos ayuda a comprender que tenemos en nuestro interior todo lo que necesitamos para conseguir lo que nos proponemos. Poseemos dentro de nosotros la complementariedad que siempre ha existido entre los sexos para evolucionar: avance, consolidación, aventura y seguridad, esas dos fuerzas con las que hombres y mujeres hemos construido el mundo.