Simón Bolívar nació en Caracas en 1783 y tuvo la oportunidad de relacionarse con destacadas figuras políticas europeas, como Napoleón Bonaparte, durante su estancia en Europa.
Influido por los principios de la Revolución Francesa, Bolívar regresó a su tierra natal con un objetivo claro: liberar a América del Sur del dominio español. Aunque carecía de formación militar, sus ideas de emancipación ganaron popularidad rápidamente y se convirtió en el líder de una revolución en 1810.
A medida que crecían las tensiones entre España y la Francia de Napoleón, las colonias españolas se encontraban cada vez más desatendidas por el rey. Bolívar aprovechó esta oportunidad para unirse a la revolución en Venezuela en 1810, pero una expedición fallida lo obligó a abandonar temporalmente su país.
Encuentro entre San Martín y Bolivar
San Martín se encontró con Simón Bolívar en Guayaquil los días 26 y 27 de julio de 1822. Buscaba obtener el refuerzo militar de Bolívar para derrotar definitivamente a los realistas y asegurar un gobierno peruano estable bajo una monarquía. Por su parte, Bolívar quería reafirmar la incorporación de Guayaquil a Colombia y avanzar hacia la creación de repúblicas fuertes en América del Sur.
El resultado del encuentro fue menos ambicioso de lo esperado para ambos líderes. San Martín aceptó favorecer una definición en el campo militar y desarmar definitivamente a los realistas, pero solo Bolívar podía llevarlo a cabo sin demoras. San Martín renunció al cargo de Protector del Perú y se retiró a Chile. Por otro lado, Bolívar no pudo lograr su sueño de una «patria grande» unificada, ya que caería víctima de ambiciones y limitaciones territoriales.