El gobernador del estado brasileño San Pablo, Joao Doria, alertó hoy sobre el riesgo de levantar anticipadamente la cuarentena para contener la transmisión del coronavirus, que ya causó cerca de 108.000 fallecimientos y más de 3,3 millones de infectados en todo el país.
«Parte de la población decretó erradamente el fin de la cuarentena, no puede haber un final precoz, ya estamos en la octava renovación (consecutiva) de la cuarentena en San Pablo», señaló hoy Doria en una entrevista a la cadena Bandeirantes que dio desde su casa, donde permanece haciendo reposo tras contraer la semana pasada la enfermedad.
Este fin de semana hubo grandes concentraciones de público en varios puntos de la ciudad de San Pablo, como el barrio Vila Madalena, zona de bares y restaurantes, informó la agencia de noticias ANSA.
San Pablo es el estado más afectado por el coronavirus en el país y Doria también dejó abierta la posibilidad de postergar el inicio de las clases en medio de una pandemia que no cede.
«El retorno a las clases en las redes pública y privada está prevista para el 7 de octubre, pero eso está condicionado a las metas del plan del Ministerio de Salud regional y es muy importante respetar a los educadores», aclaró el gobernador paulista.
Brasil es el segundo país más afectado por la pandemia en todo el mundo y el país con el mayor número de infectados y muertos en la región.
Desde el comienzo de la pandemia acumulaba 3.359.570 casos confirmados de coronavirus (19.373 en las últimas 24 horas) y 108.536 decesos por la enfermedad (684 nuevos), informó esta noche el Ministerio de Salud.
En ese contexto, el papa Francisco anunció que enviará respiradores para terapia intensiva y ecógrafos portátiles a hospitales del país.
El limosnero pontificio, el cardenal Konrad Krajewski, informó hoy en un comunicado que en estos días «se enviarán a Brasil 18 respiradores mecánicos Draeger para terapia intensiva y seis ecógrafos portátiles Fuji, gracias al generoso compromiso de la Asociación Hope Onlus que, especializada en proyectos humanitarios destinados a la salud y la educación, hizo todo lo posible para hallar estos dispositivos de alta tecnología a través de diversos donantes y también se ocupará del transporte y la instalación en cada hospital».
Pese a su cuestionada gestión de la pandemia, el presidente Jair Bolsonaro alcanzó un récord de popularidad, mientras que la tasa de desaprobación del Congreso aumentó un 37%, según un sondeo elaborado por Datafolha.
El mandatario, uno de los líderes mundiales más negacionistas sobre el peligro del virus que él mismo padeció en julio pasado, menospreció la pandemia desde el inicio calificándola de “gripecita”, y desafió constantemente las medidas de distanciamiento social, a las que calificó de «crimen» contra la economía del país.
La encuesta, publicada hoy por el diario Folha de Sao Paulo, mostró que el rechazo al trabajo de los diputados y senadores creció cinco puntos porcentuales con respecto al sondeo realizado a finales de mayo.
La encuesta fue realizada a partir de entrevistas telefónicas a 2.065 adultos entre los días 11 y 12 de agosto y en ella también se preguntó la opinión sobre la Corte Suprema de Brasil.
En este sentido, un 27 % de los brasileños consideró «buena u óptima» la actuación de los once magistrados del Supremo, frente al 30% del anterior sondeo; otro 29 % de «mala o pésima», tres puntos más en la misma comparación; y un 38 % la calificó de «regular».
Esos resultados contrastan con el índice de popularidad alcanzado por Bolsonaro, líder de la ultraderecha brasileña, que subió cinco puntos hasta llegar al 37%, el mejor porcentaje desde que asumió el poder el 1 de enero de 2019.