En el marco de las investigaciones a la gestión de Juntos por el Cambio por envío de armas a Bolivia, Mauricio Macri, ya imputado por contrabando agravado, presentó un escrito en el expediente indicando que es víctima de una persecución y designó como su abogado a Pablo Lanusse.
Macri dejó tood el asunto en manos del exfiscal Lanusse, que es quien diseña su estrategia defensiva en las causas sensibles que empezaron a aflorar en el último año. La preocupación del letrado no es nueva. Horas después de que se dio a conocer la carta de la Fuerza Aérea Boliviana que agradecía la recepción de 40.000 balas antitumulto, Lanusse estalló en Twitter diciendo que se trataba de una “opereta” y calificó como un “absurdo” las denuncias de los gobiernos de Argentina y de Bolivia. Más allá de las calificaciones, Lanusse ya tomó contacto con Julián Curi, el abogado de Bullrich.
En las últimas horas, el juez López Biscayart corrió vista al fiscal Navas Rial para que conteste a la ampliación de la denuncia que presentó el gobierno nacional, a través de los ministros Martín Soria (Justicia) y Sabina Frederic (Seguridad) junto con la titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) Mercedes Marcó del Pont. El gobierno denunció el hallazgo de las balas antitumulto en manos de la Policía de Bolivia y que el material salió sin ser consignado en el manifiesto de carga del Hércules argentino.