En el marco del Día Mundial de la Vida Silvestre, cuáles son las consecuencias que el cambio climático tiene sobre el ecosistema y la biodiversidad.
El Día Mundial de la Vida Silvestre, que se celebra cada 3 de marzo, es un fecha para celebrar la vida de los animales y plantas de nuestro planeta. Sin embargo, una de cada ocho especies silvestre en el mundo se encuentra amenazada de extinción, lo que genera consecuencias negativas en el aspecto económico, ambiental y social. El lema de este año para festejar el día mundial propuesto por las Naciones Unidas es “Alianzas en favor de la conservación de la vida silvestre” para crear un mundo mejor y más sostenible para la naturaleza y para las personas.
Las poblaciones de animales vertebrados (peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos) han disminuido 69% en promedio a nivel global en los últimos 50 años, según reveló el Informe Planeta Vivo, difundido en nuestro país por Fundación Vida Silvestre Argentina.
La investigación detalla que nuevamente en Latinoamérica y el Caribe, una de las regiones más biodiversas del planeta, es donde se registra el declive regional más alto, con una disminución del 94% en las poblaciones monitoreadas.
Las principales causas de la degradación de los sistemas terrestres, marinos y de agua dulce son los cambios de uso del suelo, la sobreexplotación de la flora y la fauna, el cambio climático, la contaminación y las especies exóticas invasoras. Sin embargo, la crisis ambiental se puede mitigar con el aumento de los esfuerzos de conservación y restauración, la producción y el consumo de alimentos de forma más sostenible, y la rápida y profunda descarbonización de todos los sectores.
“La pérdida de biodiversidad y de ecosistemas en nuestro país es alarmante. Por eso, desde Fundación Vida Silvestre Argentina, trabajamos junto a la comunidad, organizaciones y gobierno en la protección y restauración de hábitats naturales, en la mitigación de las amenazas, la creación y correcta aplicación de leyes que protegen nuestros ecosistemas y en promover buenas prácticas empresariales”, detalló Manuel Jaramillo, director general de Fundación Vida Silvestre Argentina.
Argentina alberga 574 peces marinos, 561 peces de agua dulce, 177 anfibios, 450 reptiles, 1.113 aves y 428 mamíferos. Las especies consideradas amenazadas dentro de estos grupos representan el 17,8% y el 15,2% son endémicas es decir que solo se encuentran en nuestro país (AZARA). Algunas especies amenazadas en nuestro país son el yaguareté, el venado de las pampas, el delfín franciscana, el tiburón escalandrún, el pecarí quimilero, la lagartija de las dunas, y muchos más. Conservar una biodiversidad saludable es clave para mantener el equilibrio de los ecosistemas y asegurar los importantes servicios ecosistémicos que nos ofrece.
Venado de las pampas
Hasta principios del siglo XX el venado de las pampas era uno de los mamíferos más abundantes y característicos de los pastizales del norte y centro de Argentina. Se distribuía en el norte y centro del país con registros en 14 provincias, en la actualidad sólo existe en cuatro pequeñas poblaciones aisladas en Buenos Aires, San Luis, Santa Fe y Corrientes.
Su población actual se ve amenazada por la pérdida de pastizales naturales por reemplazo por forestaciones, pasturas implantadas y cultivos; depredación por perros domésticos; e impacto de especies exóticas, como el chancho cimarrón. En la actualidad se considera que quedan unos 2.000 individuos, y se encuentra en peligro crítico de extinción.
Delfín franciscana
Es uno de los delfines más pequeños y más raros del mundo: mide entre 1.30 y 1.75 m de largo. Recibe su nombre común debido al color de su piel, en tonos marrones, que recuerda a los hábitos de los monjes franciscanos.
Pertenece al grupo de los delfines de río, que incluyen otras especies en el Orinoco y el Amazonas, y es el único delfín de río que frecuenta también ambientes marinos.
Se lo encuentra exclusivamente en Argentina, Uruguay y Brasil. En nuestro país, un poco más de 13.000 individuos habitan las costas de la Provincia de Buenos Aires. Actualmente se encuentra vulnerable siendo su principal amenaza la pesca incidental.
Escalandrún
En el Mar Argentino existen unas 12 especies de grandes tiburones, presentes tanto en las costas y en mar abierto, como en las profundidades. Viajan grandes distancias e inclusive suelen migrar a aguas de otros países o internacionales.
Son predadores topes y comparten otra característica: su tasa reproductiva es baja, por lo que, si aumenta su mortalidad, las poblaciones rápidamente caen. El escalandrún, uno de los representantes por excelencia de nuestras costas, en la actualidad se encuentra en peligro crítico de extinción. Su principal amenaza es la pesca deportiva con sacrificio.
Yaguareté
El yaguareté, panthera onca, es una de las diez especies de felinos silvestres que habitan en la Argentina. Es el felino más grande de Latinoamérica y el tercero a nivel mundial, después del tigre de bengala y el león.
Es considerado una especie “indicadora” de la salud del ambiente, porque cumple una función importante en el mantenimiento de sistemas naturales que proveen de servicios ecosistémicos vitales para el bienestar de la naturaleza y las personas. Por ello, su conservación y la de su hábitat protegen indirectamente a otras especies de flora y fauna, y asegura una naturaleza sana para las personas.
Pecarí quimilero
Es una de las tres especies de pecaríes presentes en nuestro país junto al pecarí de collar y pecarí labiado. El quimilero es el más grande los tres, recibe ese nombre porque se alimenta de los frutos y pencas del quimil, cactus con forma de árbol.
Es endémica del Gran Chaco, particularmente del Chaco Seco. Su estado de conservación es en peligro, la mayor amenaza que enfrenta la especie es la acelerada pérdida de hábitat y la caza directa ilegal.
Lagartija de las dunas
Es una especie endémica de la Costa Atlántica de Buenos Aires y el extremo noreste de la provincia de Río Negro. Se encuentra altamente adaptada a la vida en la arena: lo primero que llama la atención es la gran similitud entre su coloración dorsal y el sustrato en donde vive, es decir, la arena. Este rasgo hace que los individuos pasen prácticamente inadvertidos, siempre y cuando se mantengan quietos.
Otra característica, es su capacidad para enterrarse bajo la arena, que es sumamente útil como mecanismo de escape. Una vez enterradas, estas lagartijas pueden desplazarse unos metros por debajo de la arena y emerger en un sitio diferente a fin de iniciar una nueva huida y así alcanzar un refugio adecuado.
La especie se encuentra amenazada debido a la alteración de su hábitat, la fragmentación de las dunas costeras causada por la urbanización y reconversión de dunas para ganadería, como también la extracción de arena para destinarla a la construcción.
Para reforzar la importancia de conservar las especies en peligro y por tercer año consecutivo, Fundación Vida Silvestre eliminará al icónico oso hormiguero de su logotipo por el Día de la Vida Silvestre, junto a diferentes organizaciones, equipos deportivos y marcas de todo el mundo, para resaltar el vacío de un mundo sin naturaleza en el marco de la campaña “Un mundo sin Naturaleza”.
¿Cómo colaborar?
Informarse sobre las especies animales y vegetales amenazadas, sus características y hábitats, las amenazas a las que se enfrentan y cómo contribuir a su conservación. Compartir lo aprendido con familiares, grupos de amistades, jóvenes, niñas y niños para que cada vez seamos más por un planeta positivo para las generaciones actuales y futuras.
Reducir el consumo y desperdicios. Reciclar residuos, para que sean utilizados como materia prima para la creación de nuevos productos. Reutilizar y reparar objetos para darles un nuevo uso y extender su vida útil antes de desecharlos. Buscar alternativas sustentables, que permitan compatibilizar el consumo con la conservación de los ambientes naturales.
Fuente: Infobae