Familiares y amigos de Noelia Becerro, la mujer que murió tras ser atropellada y abandonada en la localidad bonaerense de Florencio Varela, marcharon hoy en reclamo de justicia y su esposo pidió «una condena ejemplar» para el único detenido por el hecho.
Unas 35 personas se movilizaron esta mañana hasta la comisaría 5ta. ubicada en avenida Eva Perón al 13500, en dicha localidad del sur del conurbano, donde está alojado el automovilista imputado, Leandro Delgado (33).
José Gómez, marido de Noelia, dijo a Télam que la convocatoria se llevó a cabo en forma «pacífica» para pedir que a Delgado «no lo dejen en libertad y que no le den ningún privilegio».
En ese sentido, Gómez pidió a la justicia que al detenido se le aplique «una condena ejemplar» para que «este asesino al volante, antes de abandonar a alguien, lo piense dos veces».
Durante la movilización se observaron varios carteles en los que se leía «Justicia para Noelia» y «Asesino al volante», con una foto de Delgado.
Delgado está acusado de atropellar y matar a Becerro mientras circulaba el pasado 13 de julio a las 6.30 de la mañana por la ruta 53, entre las calles 1486 y 1490, en una zona rural de Florencio Varela.
Luego de atropellarla, el automovilista huyó del lugar sin asistir a la víctima pero los investigadores hallaron un espejo retrovisor del automóvil que protagonizó el accidente, por lo que comenzó la búsqueda del sospechoso.
Tras una rápida investigación, se logró la detención del hombre y el secuestro del vehículo, un Peugeot 208 color blanco al que le faltaba el espejo retrovisor del lateral derecho, presentaba daños en el paragolpes delantero y tenía parabrisas astillado.
La autopsia realizada al cuerpo de la víctima arrojó que falleció producto de un «traumatismo muy grande en la cabeza y varios politraumatismos compatibles con el arrollamiento».
El fiscal Hernán Bustos Rivas, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 5 de Florencio Varela, le imputó el delito de «homicidio culposo agravado por el abandono de persona seguido de muerte», que no es excarcelable y prevé una pena de entre 5 y 15 años de prisión.