El Gobierno francés estudia la posibilidad de habilitar la reapertura de los pequeños comercios para principios de diciembre, aunque mantendría cerrados bares y restaurantes para controlar la segunda ola de coronavirus, informaron hoy medios locales citando fuentes gubernamentales.
El vocero del Gobierno, Gabriel Attal, informó hoy que «la próxima semana» decidirán si los comercios pueden reabrir incluso antes del 27 de noviembre, fecha del «Black Friday», en respuesta al pedido del sector.
Francia impuso un confinamiento desde el 30 de octubre hasta el 1º de diciembre para controlar el rebrote de coronavirus que se desató en la segunda ola de contagios, que llevó a la segunda economía europea a ser hoy el cuarto país más afectado del mundo por la pandemia.
En declaraciones a la cadena de televisión pública France 2, Attal explicó que el Gobierno trabaja con el «objetivo del 1º de diciembre pero, evidentemente, si hay noticias muy buenas, la situación sigue acelerándose de forma positiva, evidentemente haremos todo lo posible para que los comerciantes puedan trabajar».
«Nuestro deseo es que los comerciantes puedan reabrir lo más rápido posible», aseguró Attal, citado por la agencia de noticias alemana DPA.
En lo que se refiere a bares y restaurantes, también cerrados, el vocero del Gobierno indicó que espera ofrecer «perspectivas a principios del mes de diciembre» aunque aseguró que todavía no tienen una fecha estimativa de reapertura.
Sin embargo, la radio pública France Info, que cita fuentes sin identificar, informó que los bares y restaurantes no abrirían antes de fin de año e incluso se evalúa que su reapertura podría ser recién el 15 de enero.
Por otro lado, el ministro de Salud, Olivier Véran, anticipó que existe la posibilidad de que las familias francesas no puedan reunirse este año para celebrar la Navidad y el Año Nuevo.
«Lo que nosotros queremos es evidentemente permitir a los franceses pasar Navidad y Año Nuevo en familia», expresó en una entrevista con la cadena BFM TV aunque aclaró que no puede prometer que eso suceda «en cualquier parte del país».
En caso de que las reuniones sean posibles, advirtió que habrá que respetar las medidas de seguridad y cuidarse «unos a los otros».
El Ejecutivo francés evalúa que unas fiestas bajo confinamiento serían un desastre para la economía francesa y para la popularidad de las autoridades, que enfrentan exigencias para reabrir lo antes posible todas las empresas, más allá de los llamados bienes «esenciales», para salvarlas de la quiebra.
Tanto Attal como Véran insistieron en que la situación sigue siendo grave en Francia, dado que actualmente son más los pacientes hospitalizados con Covid-19 que en el pico de la primera ola.
Verán dijo ayer que el país está «recuperando progresivamente el control» y logró aplanar la curva de contagios de la segunda ola de coronavirus, aunque aclaró que la propagación de la enfermedad puede volver a estallar rápidamente si la gente ignora las restricciones.
En su último reporte, dado a conocer ayer, las autoridades informaron de otros 416 pacientes hospitalizados, con lo que ya suman 33.497, un nuevo récord histórico desde el inicio de la pandemia, si bien el número de nuevos contagios diarios cayó hasta los 9.406, la mitad que hace siete días.
En total, Francia acumula 1.991.233 casos confirmados de coronavirus y 45.054 fallecidos.