Todavía no se definió cuántos consumidores pasarán a pagar el cargo pleno, y tendrán un aumento adicional en sus facturas al 20% anunciado por el Gobierno como techo.
A más de una semana del acuerdo de entendimiento del Gobierno con el FMI aún no se definieron los plazos concretos ni los detalles de cómo se implementará la segmentación de tarifas, para comenzar a reducir los subsidios al consumo de energía eléctrica y no afectar a los sectores vulnerables, una medida que se anunció desde el comienzo de la gestión de Alberto Fernández, y que ahora pasó a ser un tema clave en la negociación por la refinanciación de los vencimientos de la deuda con el organismo de crédito multilateral.
El tema quedó en medio de las internas políticas entre el Ministerio de Economía, del que depende la Secretaría de Energía, y los interventores del Ente Nacional de Regulación de la Electricidad (Enre) y del Enargas, cercanos a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
La propuesta de los sectores cercanos a la vicepresidenta es comenzar con la quita de subsidios en el AMBA. Esto incluye a 487.000 usuarios residenciales (un 10% del total).