Independiente, sin convencer, venció ayer a Atlético Tucumán por 1 a 0, en el estadio Libertadores de América, por la ida de los 16avos de final de la Copa Sudamericana.
La conquista «roja» la marcó Silvio Romero a los 28 minutos del primer tiempo, de tiro penal.
Ambos conjuntos abordaron este encuentro con el debut oficial de algunas de sus caras nuevas; en Independiente lo hicieron el arquero uruguayo Sebastián Sosa, el lateral izquierdo Lucas Rodríguez y el volante ofensivo uruguayo Federico Martínez, y en los tucumanos el mediocampista Franco Mussis.
En el comienzo la pasó mal Independiente, porque los dirigidos por Ricardo Zielinski trataron de ahogarlo contra su área con varias cargas peligrosas.
Pasados esos primeros minutos, el equipo local se ordenó mejor en el campo y logró contar con mayor posesión de la pelota para empezar a intimidar a Cristian Lucchetti.
Así pudo desequilibrar a la defensa visitante y con una entrada de Federico Martínez, que forzó a una falta de Yonathan Cabral en el área, se encontró con la oportunidad de abrir el marcador con el penal que ejecutó el capitán y goleador Silvio Romero, luego de una larga discusión de los jugadores visitantes con el árbitro uruguayo Christian Ferreyra, al reclamar por una sanción a su entender errónea.
El juego se tornó entonces vivaz y equilibrado, con una clara situación favorable a los «albicelestes» cuando Lucas Melano, con un derechazo rasante de media vuelta, exigió a la forzada intervención del guardavallas Sosa para evitar el empate (31 min).
Independiente, que también tuvo alguna otra chance para aumentar la ventaja, flaqueó en el fondo como en los tres partidos amistosos que perdió previamente a la competencia oficial.
Así, los del «Decano» volvieron a ser punzantes en los tramos finales del primer tiempo, desperdiciando un par de ocasiones para llegar a la igualdad.
En los albores de la segunda etapa el desarrollo se complicó para los visitantes, al quedar con un jugador menos por la expulsión de Ramiro Carrera, por doble amonestación (4 min).
Eso dejó la impresión de que los «rojos» podrían aprovechar para ganar espacios y resultar más peligrosos para el arco de Lucchetti, máxime que a los pocos instantes Silvio Romero tuvo una buena oportunidad para definir que desbarató el arquero visitante.
Sin embargo Zielinski reordenó a su equipo con el ingreso de Leonardo Heredia por Augusto Lotti, bajando al medio a Melano y dejando solo adelante a Javier Toledo, con lo que le siguió jugando de igual a igual a su adversario.
Tanto que otra vez fue exigido el guardavalla llegado del Mazatlán de México por un nuevo remate punzante de Melano.
Con el correr de los minutos los locales pugnaban por el segundo tanto con desbordes por los laterales, pero con impericia para definir lo que generaban, por lo que hicieron que los del norte argentino se agruparan más en el medio para evitar un nuevo gol en su valla, porque en definitiva no les quedaba mal el resultado para la revancha.
En tanto los de Avellaneda, que se ilusionaron con esta llave al creer que podrían repetir la historia por aquella eliminación que le impusieron a Atlético Tucumán en la ronda de los octavos de final de la Copa Sudamericana de 2017, que terminaría con el último título conquistado por el «Diablo», al cierre de la noche se plantearon muchas dudas.
Porque Independiente mostró fisuras en sus líneas, dando ventajas en el fondo y cometiendo errores en la definición, sin saber usufructuar que el rival quedó con un jugador menos apenas iniciado el segundo período por la expulsión de Carrera.
El gesto de fastidio del técnico Lucas Pusineri al final del encuentro resultó elocuente respecto de que el desempeño de sus dirigidos no lo conformó y que deberá aún trabajar con más intensidad para mejorar el funcionamiento.
La llave se definirá con el cotejo de vuelta que se jugará el próximo jueves a las 21.30 en el estadio José Fierro, de Atlético Tucumán.