El Gobierno italiano estudia cerrar los centros de esquí durante la próxima temporada de invierno para impedir que difundan el coronavirus «como hicieron las discotecas en verano» y evitar así una tercera ola de la enfermedad.
«Las vacaciones sobre la nieve harían lo mismo que las discotecas durante el verano pasado», argumentó el premier Giuseppe Conte en declaraciones publicadas hoy por el diario Corriere.
La iniciativa del Gobierno podría mantener cerrados los centros de nieve y esquí hasta enero según el periódico, cuando se espera que lleguen a Italia las primeras dosis de la vacuna de la multinacional Pfizer.
En esa línea, el diario Repubblica publicó hoy, en base a fuentes de Gobierno, que Conte estudia «una iniciativa común a nivel europeo para prevenir las vacaciones sobre la nieve».
Durante el verano, las reaperturas de centros de ocio y fronteras internas y externas tras tres meses de cuarentena sentaron las bases para un rebrote de la pandemia por el que los contagios diarios se multiplicaron por diez entre el inicio y el final de octubre.
La posibilidad de restringir el turismo invernal se da mientras aún rige, hasta el 3 de diciembre, la división de Italia en tres zonas de riesgo epidemiológico.
Más de la mitad del país se encuentra en zona naranja o roja de coronavirus, sin poder hacer desplazamientos no justificados fuera de su comuna de residencia.
Entre otras restricciones al comercio y la educación, está vigente a nivel nacional un toque de queda nocturno entre las 22 y las 5.
Las restricciones del Gobierno coinciden con una denominada segunda ola de coronavirus por la que el país registra más de 22.000 casos diarios durante noviembre, con picos de más de 40.000 contagios en un día.
En ese marco, la idea del Gobierno es mantener las restricciones hasta el 3 de diciembre para luego hacer una pequeña flexibilización en las semanas previas a Navidad, como forma de estimular al comercio minorista en un país en el que la economía podría caer al menos 9% durante 2020 por los efectos de la pandemia.
Hasta el momento, 49.823 personas murieron en Italia por coronavirus, con el 41% de las víctimas concentradas en la región norteña de Lombardía, principal motor económico del país que aporta casi un cuarto del Producto Bruto Interno.