El Gobierno italiano planteó hoy que no descarta nuevas medidas «más restrictivas y más difundidas» para frenar la difusión del coronavirus, incluida una nueva cuarentena en todo el país, si no logra aplanar la curva de contagios la semana próxima.
«Esperamos un achatamiento de la curva de contagios para la semana que viene. Si no, habrá nuevas medidas más restrictivas y difundidas», dijo hoy el viceministro de Salud Pierpaolo Sileri a la cadena RAI consultado por un posible regreso a la cuarentena total que estuvo vigente entre marzo y mayo.
«Debemos esperar entre el 15 y el 20 de noviembre para ver los resultados de las últimas medidas», pidió Sileri, en referencia a la división del país en tres zonas distintas, amarilla, naranja y roja, decretada por el Gobierno la semana pasada.
El premier Giuseppe Conte planteó un esquema de cierres dirigidos vigentes hasta el 3 de diciembre para no llegar a un nuevo cierre total que podría dañar aún más una economía que ya perderá un 9% este año y que espera el comercio del período navideño para lograr un repunte.
En ese marco, el mayor centro de investigación pública italiano, el Instituto Superior de Salud (ISS), advirtió del riesgo de una segunda ola de coronavirus «inmanejable y descontrolada» en el país si continúa el aumento de los casos diarios frente a la suba constante del índice de transmisibilidad Rt.
«Todas las regiones están clasificadas en alto riesgo de una epidemia inmanejable y descontrolada en el territorio o en riesgo moderado con una alta probabilidad de progresar a alto riesgo en las próximas semanas», planteó el ISS en el estudio semanal sobre la evolución de la pandemia divulgado hoy por el diario La Stampa.
El diagnóstico del ISS se da luego de que el Gobierno italiano, a través de una resolución del Ministerio de Salud, incluyera ayer a cinco nuevas regiones dentro de la categoría de «zona naranja», la segunda de mayor peligrosidad epidemiológica, que se suman a la isla de Sicilia y a la Apulia, ya clasificadas en ese grupo la semana pasada.
La división del país en zonas amarillas, naranjas y rojas está vigente desde que el Gobierno decretó la semana pasada una nueva batería de medidas para buscar frenar la difusión de la enfermedad, en medio de una segunda ola que en octubre multiplicó por diez los casos diarios hasta llevar a niveles récord desde el inicio del brote en Italia.
Las regiones de Lombardía, Calabria, Valle de Aosta y Piamonte ya fueron catalogadas como «zona roja», lo que significa el cierre de sus fronteras y la suspensión de las actividades de restauración, entre otras medidas.
Apulia y Sicilia, en tanto, fueron designadas «zona naranja», a las que ayer se agregaron Véneto, Umbria, Toscana y Liguria.
Las otras diez regiones del país, entre ellas Lacio y su capital Roma, siguen consideradas como «zona amarilla», o de bajo riesgo epidemiológico.
Ayer, mientras ultimaba su decisión sobre las regiones, el Ministerio de Salud informó 25.271 casos de coronavirus en las últimas 24 horas, la primera vez que registró menos de 30.000 desde el pasado miércoles.
Según el Ministerio, con 147.725 test hechos a nivel nacional, la tasa de positividad alcanzó el 17,1%, en aumento frente al 16% del fin de semana.
Las autoridades sanitarias informaron además ayer 356 víctimas de coronavirus, que elevaron el total desde el inicio de la pandemia a 41.750.