La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos autorizó hoy la vacuna contra el coronavirus de Pfizer-BioNTech para uso de emergencia en niños de 5 a 11 años. Es una medida que implica a aproximadamente 28 millones de niños en este grupo serían elegibles para recibir la dosis pediátrica de Pfizer, que contiene un tercio de la aplicada a adultos, con dos inyecciones con tres semanas de diferencia.
“Como madre y como médica, sé que los padres, cuidadores, personal escolar y niños han estado esperando la autorización de hoy”, dijo la directora interina de la FDA, Janet Woodcock, en un comunicado. “Vacunar a los niños más pequeños contra el COVID-19 nos acercará a volver a la normalidad”.
Tras este paso, ahora será el turno a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) para que den luz verde definitiva a la medida. Con esta última aprobación, que se espera en los próximos días, los niños de 5 a 11 años de Estados Unidos podrían comenzar a vacunarse el miércoles 3 de noviembre. Los primeros niños estarían totalmente protegidos en Navidad.
“Para mí está bastante claro que los beneficios superan el riesgo cuando oigo hablar de niños que están siendo ingresados en la UCI, que tienen resultados a largo plazo después de su covid, y de niños que están muriendo”, dijo Amanda Cohn, de los CDC, que votó a favor. Hubo 17 votos a favor y una abstención.
Un estudio con niños de escuela primaria halló que las vacunas de Pfizer previenen la infección sintomática en el 91% de los casos, aunque es un tercio de la dosis que reciben adolescentes y adultos. En un análisis preliminar la semana pasada, funcionarios de la FDA dijeron que la protección “superaría de lejos” el riesgo de un efecto secundario muy inusual en casi todas las hipótesis de la pandemia.
Si bien el riesgo de COVID-19 grave es menor en niños que en adultos, se han registrado casos entre los de cinco a 11 años, con más de 8.300 hospitalizaciones, un tercio de los cuales requirieron cuidados intensivos. Y casi 100 muertes, dijo el jefe de vacunas de la FDA, doctor Peter Marks, al panel asesor.