La Corte Suprema de Justicia de la Nación rechazó hoy todos los planteos de la vicepresidenta de la Nación Cristina Kirchner en el juicio oral por la obra pública, en la que está acusada de ser la jefa de una asociación ilícita.
La decisión fue adoptada por unanimidad por los cuatro jueces de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti, ante los pedidos de la defensa de la ex presidenta de anular el juicio. Así, el juicio -el primero en el que es juzgada la ex presidente- no se modifica y el 11 de julio el Tribunal Oral Federal 2 iniciará los alegatos, que es la etapa en la que las partes piden condenas y absoluciones.
Los magistrados señalaron en sus resoluciones a las que accedió Infobae que Cristina Kirchner no justificó la gravedad institucional que invocó en sus apelaciones y que ninguna de ellas es una sentencia definitiva que implique la internación del máximo tribunal.
“El hecho de que se trate de un juicio que involucre a una alta funcionaria pública nacional no cambia esa conclusión. No es posible pensar que cualquier decisión adversa que se adopte en procesos donde estén implicados funcionarios de tal naturaleza exija, por esa sola circunstancia, la intervención de esta Corte”, señalaron los jueces.
La Corte resolvió tres planteos que la defensa de Cristina Kirchner, a cargo del abogado Alberto Beraldi, hizo contra el juicio. El primero porque el Tribunal Oral no aceptó toda la prueba que propuso la defensa, el segundo por la intervención en el caso de la Sala IV de Casación Federal, y el tercero porque entendía que el caso ya había sido investigado y cerrado por la justicia de Santa Cruz.
Sobre la primera apelación, el máximo tribunal señaló que el rechazo de prueba no ponía fin a la causa y que los jueces del Tribunal Oral también objetaron medidas que pidieron otras partes del juicio. “Nada autoriza a descartar la posibilidad de que la apelante resulte absuelta o que, incluso, y a juicio de la propia interesada, el pronunciamiento satisfaga los requisitos de legalidad y de justicia. Por ello, los agravios en cuestión se tornan hipotéticos y conjeturales, y su tratamiento, por prematuro, improcedente”, dijeron Rosatti, Rosenkrantz, Maqueda y Lorenzetti.
La defensa de Cristina Kirchner sostuvo que había gravedad institucional en que no se haga toda la prueba que solicitó. La Corte afirmó que “si se invoca la doctrina de la gravedad institucional el interesado tiene una particular carga justificatoria”. “En ese sentido, los planteos de la recurrente no cuentan con un desarrollo suficiente con relación a la existencia de un interés que exceda el individual de la parte y afecte de manera directa al de la comunidad o el funcionamiento de las instituciones básicas de la Nación, sostuvieron.
Por último, el tribunal señaló que “,al puede concluirse que se esté ante una simulación de un juicio, “carente de todo contenido jurídico y probatorio” sin que la defensa haya logrado demostrar que su asistida esté ante una situación de privación de justicia, sin posibilidad de reparación ulterior”.