El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Oscar Ojea, recibió esta mañana a los principales dirigentes de los movimientos populares vinculados al Gobierno. El encuentro, de más de una hora, estuvo marcado por la compleja situación social y económica por la que atraviesa el país. Al finalizar, la máxima institución eclesiástica del país emitió un duro comunicado: “En el contexto social sumamente complejo y preocupante que vivimos, la Iglesia comparte la preocupación por la situación de indigencia de una parte importante de la población, que se suma a la gravedad de la crisis económica que hace imposible llegar a fin de mes para una gran mayoría”.
La oficina de prensa de la Conferencia Episcopal Argentina destacó que el obispo de San Isidro se reunió con los representantes de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), a pedido de su secretario General, Esteban “Gringo” Castro.
La reunión y el comunicado de la Iglesia fueron de un alto voltaje político y simbólico: se realizaron en medio de las protestas callejeras que desde hace varias semanas -y también hoy- llevan adelante organizaciones de la oficialista UTEP y de la Unidad Piquetera por un rosario de reivindicaciones sociales que le exigen al Gobierno, y mientras en la Casa Rosada continúan las reuniones en la que se podría implementar cambios en el gabinete nacional. También por las denuncias de “estigmatización política” y “persecución judicial” que reciben, según le hicieron saber a Ojea.
Además de Castro, estuvieron presentes, entre otros, Gildo Onorato, el secretario gremial de la UTEP y dirigente del Movimiento Evita; el diputado nacional Juan Carlos Alderete, líder de la CCC; Laura Cibeli, dirigente del MTE, que se referencia en Juan Grabois; Norma Morales, de Somos Barrios de Pie, y Milca Sosa, dirigente del Movimiento Evita, cuyos principales referentes son Emilio Pérsico y Fernando “Chino” Navarro.