El Gobierno de La Rioja comenzará mañana una flexibilización progresiva de actividades, a pesar del rebrote de coronavirus que tuvo la provincia hace diez días y que llevó a 191 casos acumulados y 16 fallecidos.
El gobernador, Ricardo Quintela, dijo que “la sociedad con su comportamiento y responsabilidad ciudadana serán los garantes de esta nueva modalidad por lo que les pido que respetemos y hagamos respetar los protocolos y que ante cualquier anormalidad nos informen a través del 911 o de la aplicación La Rioja Provincia”.
Mañana abrirán los comercios minoristas de todos los rubros, obra pública y privada y todas las actividades recreativas individuales al aire libre, no en equipos.
También podrán trabajar los cuentapropistas de todos los oficios, como jardinería, gasistas, electricistas, albañiles, entre otros y las empleadas domésticas.
El miércoles comenzarán a trabajar los talleres mecánicos, las gomerías, las concesionarias, las peluquerías y las actividades profesionales como abogados, arquitectos consultorios médicos, ingenieros, escribanos y otras.
El jueves podrá abrir sus puertas el sector gastronómico, específicamente bares, restaurantes y confiterías, pero no las cervecerías, que aún no fueron autorizadas.
Finalmente, el viernes podrán abrir los gimnasios y el sábado los templos religiosos con misas y otros oficios.
Todas las actividades que reabren lo harán con los protocolos acordados en las reuniones con el Gobierno donde estuvo presente el Comité Operativo de Emergencia (COE) de la provincia, cuyos expertos insisten en la necesidad de no salir si no es realmente necesario y cumplir con la terminación de los DNI.
Aún no están habilitados, aunque seguramente lo serán la próxima semana, los taxis y remises. Tampoco la circulación entre los distintos Departamentos del territorio provincial, así como la entrada o salida desde La Rioja.
En casos de enfermedades o causas urgentes, la circulación sólo podrá ser con un permiso otorgado por el Ejecutivo riojano.