Jorge Lanata regresó este lunes a su programa de Radio Mitre luego de ausentarse por coronavirus. El conductor de Lanata sin filtro había dado positivo dos días después de su esposa, Elba Marcovecchio. En un principio, el hisopado del periodista había sido negativo, y recién supo de su positivo cuando se realizó un nuevo test previo a un viaje laboral que tenía planeado a Miami.
“Jorge, querido. Fuerte el aplauso para recibirlo”, anunció Eduardo Feinmann en el clásico pase que hace con su colega en los últimos 10 minutos de Alguien Tiene Que Decirlo. “Acá estamos, señor”, saludó Lanata. “Grande, Jorge. No te mueras nunca”, se escuchó del otro lado del estudio. Y, entre risas, el periodista respondió: “No, no lo tengo planeado, no está en mis planes”.
De inmediato, contó cómo transitó los días con coronavirus en su casa: “Bueno, zafé otra vez. He zafado una vez más. Hubo mucho cansancio, pero nada más. Estoy bien. Dormí, dormí, dormí. Me vino bien”. Y agregó: “Está todo el mundo contagiado. Es increíble cómo aumentó el contagio”.
“Uno se da cuenta cuando empieza a enfermarse gente de su círculo. Cuando empiezan a caer algunos, aún vacunados”, agregó Feinmann a la consideración que había hecho Lanata, quien, por su parte, indicó que tiene tres dosis de la vacuna Pfizer: “Me imagino que por eso me agarró leve”.
Luego, siguió: “Qué embole el barbijo, cómo lo odio. Uno ya había pasado a valores este asunto”. Y Feinmann aportó la necesidad de utilizar el tapabocas en lugares cerrados así como también seguir lavándose las manos y aplicarse alcohol en gel.
“¿Vos qué onda? ¿Todo bien?”, le preguntó Jorge a su colega, quien le respondió con humor: “Bien, laburando mientras vos dormías”. “Qué caradura. Mirá quién habla”, contestó el conductor de PPT. “Bueno, ¿qué estuvo pasando?”, consultó y el pase siguió con un debate sobre la actualidad política nacional. Sobre el final de la clásica charla entre los conductores de Radio Mitre se despidieron con un cálido saludo. “Te extrañé”, le dijo Feinmann. “Yo también te extrañé”, aseguró Lanata.