En breve Jujuy aspira a alcanzar una producción de 40.000 toneladas de carbonato de litio, un producto codiciado por las automotrices y las principales compañías electrónicas del mundo
Para llegar al Salar de Olaroz hay que prepararse bien: tomar una pastilla de acetazolamida preventiva y “mascar coca” todo el tiempo para evitar el apunamiento, un malestar general del cuerpo producto de la falta de oxígeno y deshidratación que pueden experimentar algunas personas en la altura.
El destino es un yacimiento de litio, en la extensa meseta de la Puna jujeña, aproximadamente 3.900 a metros sobre el nivel del mar. Se trata de uno de los minerales más codiciados por las grandes industrias automotrices y de tecnología del mundo. Con el litio se hacen las baterías que hacen mover a los autos eléctricos, así como las que dan vida a los smartphones, por poner algunos ejemplos.
El viaje al salar dura poco más de tres horas en automóvil partiendo de San Salvador de Jujuy, se toma la ruta 9 hasta Purmamarca para luego comenzar el asenso de la cuesta de Lipan; un camino muy transitado por los turistas ya que que conduce a la Salinas Grandes, uno de los paisajes más impactantes de Jujuy.
Pero una vez que se atraviesan las Salinas Grandes, continuando por la ruta 52, se vuelve a atravesar una nueva cadena de cerros para así llegar al Salar de Olaroz, sitio de vital importancia para la economía jujeña y de la Argentina, ya que allí se encuentra una de las grandes reservas de litio del país.
Allkem-Sales de Jujuy es el nombre de la empresa que opera en el Salar de Olaroz; se trata de una explotación que se levantó con capitales australianos (Allkem), japoneses (Toyota) y argentinos a través de la empresa provincial Jemse, Jujuy Energía y Minería Sociedad Del Estado.
Según le explicaron a Infobae en una visita organizada por el gobierno provincial, la planta produce unas 14.000 toneladas de carbonato de litio por año. De la visita a Allkem-Salesy participaron Juan Carlos Abud Robles, el ministro de Desarrollo Económico y Producción de Jujuy, y Miguel Soler, Secretario de Minería e Hidrocarburos de la provincia.
“La primera parte del proyecto de Sales de Jujuy implicó una inversión de UDS 520 millones y la ampliación posterior de otros USD 400 millones. Pero una vez que sea finalizada la nueva etapa, en junio, la planta podrá comenzar a producir carbonato de litio a razón de 40.000 toneladas cada doce meses o más”, destacó Robles.
Si bien este número no se alcanzaría durante 2023, se espera que durante este año la planta produzca más de 30.000 toneladas y genere USD 3.000 millones, según detalló personal de la empresa.
“Años atrás, el carbonato de litio no era tan redituable. Tenía un precio de venta apenas por encima del costo de producción, hoy hay hambre de Litio, producir una tonelada cuesta USD 5.000, y la misma se puede vender a USD 53.000 en el ‘mercado spot’″, remarcó Soler, quien además de funcionario es geólogo.
“Las grandes automotrices buscan sociedades con las explotadoras de litio para comenzar a migrar hacia la producción de vehículos eléctricos con baterías recargables”, agregó Soler y explicó que cada batería usa aproximadamente un 7% de carbonato de litio.
Tanto Soler como Abud Robles explicaron que el precio de la tonelada no es fijo, sino que depende de los contratos que firmen las empresas que, a su vez, son confidenciales. Sin embargo el precio en el “mercado spot” –al contado y con entrega inmediata (o en corto período de tiempo)– ronda los 50.000 dólares.
Allkem-Sales de Jujuy no es la única planta en el Salar de Olaroz. A pocos kilómetros al sur se encuentra otro emplazamiento de producción que está casi listo para comenzar a operar a razón de, en su máxima capacidad, otras 40.000 toneladas anuales. Pertenece a la empresa argentina Exar.