Los 4 motivos por los que Riquelme echó a Fernando Gago de Boca Juniors

La derrota en el Superclásico fue la gota que rebalsó el vaso para el presidente xeneize, que desde hace rato creía que el ciclo del DT estaba cumplido

Lo de Fernando Gago en Boca Juniors fue crónica de una muerte anunciada una vez consumada la eliminación de la Libertadores frente a Alianza Lima. El DT que trató de mostrarse fuerte en el careo con el Consejo de Fútbol, posterior a la caída en tanda de penales en la Bombonera que dejó al equipo sin participar a nivel continental en 2025, sabía que sus días en la Ribera estaban contados a partir de ese momento y que un paso en falso lo iba a dejar sin trabajo. Juan Román Riquelme lo mantuvo en el cargo por la seguidilla de victorias consecutivas en el plano doméstico, pero después de mucho pensarlo en el día posterior al Superclásico contra River, optó por finiquitar el ciclo del sexto DT que pasó por el Xeneize bajo su órbita.

Hay una serie de motivos que llevaron al presidente boquense a madurar la determinación de despedir al DT que hace pocas semanas confesó que él mismo había pagado su cláusula de salida en Chivas de Guadalajara para acordar los términos de su contrato con la directiva de Boca. La lista podría agrandarse, pero existen cuatro aristas fundamentales en las que Riquelme se basó para echar al cuerpo técnico en vísperas de los octavos de final del Torneo Apertura y con el Mundial de Clubes en el horizonte.

1) LA DERROTA EN EL SUPERCLÁSICO

El resultado en sí es lo que eyectó a Gago de Boca, pero por sobre todas las cosas las formas con las que el DT afrontó el que fue su primer Superclásico en el banco. Riquelme no coincidió con el armado de la línea de cinco y hasta cree que el cuerpo técnico tenía alternativas ofensivas potables para mantener el esquema 4-3-1-2 que venía dando frutos en los encuentros anteriores. Entre ellas, la de Alan Velasco, por quien el club desembolsó 10 millones de dólares y ni siquiera ingresó un minuto en el Monumental.

El presidente no objetó la inclusión de Ayrton Costa, sino cómo se plantó en cancha Boca y su temerosa actitud, contagiada por el técnico. Entiende que le cedió el completo protagonismo al rival de toda la vida, lo agrandó y dejó pasar una chance de herirlo futbolísticamente. Román también considera que Gago demoró los cambios y su idea le facilitó y allanó el camino a River hacia la victoria. Un Millonario que, cuando fue exigido, mostró muchas falencias en defensa.

2) LA ELIMINACIÓN DE LA LIBERTADORES

Sin lugar a dudas, el gran punto de inflexión en el ciclo de Gago. Toda la expectativa estaba centrada en el certamen internacional que a Boca se le niega desde 2007 y que estuvo muy cerca de obtener en 2023 en la final ante Fluminense en Río de Janeiro. Riquelme cree que el equipo la sacó barata en la ida en Perú, que la diferencia de un gol en contra fue beneficiosa por cómo se había dado el trámite del juego y creyó justo que la serie se definiera por penales por lo hecho por Boca en el global. El presidente entendió que había hecho la inversión suficiente en el mercado para abastecer al cuerpo técnico de futbolistas que dieran el salto de calidad para no tener sobresaltos en los playoffs de la Libertadores y que Gago no le encontró la vuelta a un rival con mucha menos jerarquía en su plantilla.

La particular situación del cambio de arquero improvisado (Brey por Marchesín) antes de la tanda de penales que derivó en la eliminación es otra de las cosas que le jugó en contra al DT, bajo la visión de Riquelme. El ídolo supo desde ese momento que iba a tener que pagar un costo político por no disputar la Libertadores por segundo año consecutivo y, esta vez, ni siquiera presenciar la Sudamericana como en 2024. Solamente la voluntad de Gago lo mantuvo en pie después de esa histórica derrota, ya que Román hubiera aceptado su renuncia si así lo disponía Pintita.

3) LA FALTA DE IDENTIDAD DE JUEGO

Para Riquelme, el Boca de Gago nunca tuvo vuelo futbolístico propio. Ni el año pasado, cuando se hizo cargo del plantel tras la eliminación en la Sudamericana y con la reciente derrota en el Superclásico ante River con Diego Martínez a cargo, ni tampoco este año con resultados irregulares. El Consejo de Fútbol siempre tuvo claro que, pese a algunos triunfos en fila que fueron los que en definitiva sostuvieron al DT en su cargo, el equipo nunca dio muestras de evolución y superioridad notable frente a adversarios de mucha menor jerarquía (tanto contra Alianza Lima como a nivel doméstico).

Dos de los peores partidos del ciclo de Gago, según la óptica de Riquelme, fueron cuando el DT cambió lo que venía dándole resultados: contra Newell’s en Rosario y River en el Monumental. Los muchachos del Consejo incluso quedaron disconformes con la actuación ante Belgrano, pese a haberse impuesto 3-1 en Córdoba. Al mismo tiempo, comprendían que el mero peso de los nombres de Boca y la actitud en cancha llevaban al equipo a sacar adelante los partidos. “Si en Argentina todos juegan mal, ¿para qué cambiás cuando algo te funciona?“, lo cuestionaron puertas adentro.

4) EL MAL CLIMA EN EL VESTUARIO

Aunque Gago trató de forjar lazos fuertes para afrontar el año deportivo desde principios de 2025 con la pretemporada en Ezeiza y el famoso asado que él mismo en el Boca Predio, algunas actitudes sobre la marcha hicieron que su credibilidad cayera. La reacción de Marcos Rojo, mordiéndose los labios durante el cambio de Leandro Brey por Agustín Marchesín previo al a definición por penales ante Alianza Lima, fue una de las muestras. Algunas suplencias y apariciones sorpresivas en la lista de concentrados y el once inicial también desorbitaron a la directiva y los referentes del plantel.

La reacción de Miguel Merentiel en el gol ante Estudiantes no fue casualidad: el uruguayo no festejó su tanto, casi inconscientemente, a modo de repudio por su falta de continuidad y protagonismo. Infobae pudo constatar que son varios los jugadores disgustados con el entrenador y esto llegó a oídos de un Riquelme que también lo había marcado al DT por desafectar de la nómina de convocados a Carlos Palacios tras el accidente en Chile que notificó, demoró su vuelo de regreso a Buenos Aires y lo privó de presenciar un entrenamiento antes de la visita a Newell’s en Rosario, una de las peores actuaciones de Boca en la era Gago.

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