El experto Adolfo de Roodt dijo que una picazón de esos ejemplares puede generar «un envenenamiento grave».
Las clases continúan con normalidad.
El Instituto Malbrán confirmó a Página/12 que son venenosos los alacranes que aparecieron en la escuela Normal Superior en Lenguas Vivas Sofía E. Broquen de Spangenberg, conocida como Lengüitas. El experto Adolfo de Roodt explicó que los tres ejemplares que llegaron al organismo para ser analizados son de la especie Tityus Carrilloi. «Afortunadamente en Buenos Aires hasta ahora el veneno no es muy potente, pero sí pueden generar un envenenamiento grave, sobre todo en niños de hasta dos años. Sólo en el 15 por ciento de los casos se dan cuadros moderados o graves», informó. El Ministerio de Educación porteño envió un fumigador este jueves por la mañana –en un operativo que, por su sencillez, no calmó el malestar de los padres y alumnos preocupados por el tema–, y por la tarde, según fuentes de la cartera, se realizaban una limpieza y una inspección. Las clases continúan con normalidad. El centro de estudiantes de la secundaria realizará este viernes una «sentada» para exigir una solución «real». La Defensoría del Pueblo presentó un pedido de informes desde el área de educación.
A la institución –que ofrece educación inicial, primaria, secundaria y terciaria– asisten niños desde los dos años. «Los alacranes son peligrosos para los nenes de jardín. Es un trastorno para las familias que no haya clases, pero darlas en estas condiciones es más riesgoso. Si el riesgo es tan grande ameritaría la suspensión para, mediante una fumigación eficiente, garantizar seguridad e higiene», opinó Ignacio Rodríguez, presidente de la asociación cooperadora de la escuela. De Roodt –doctor en Inmunología, magíster en Microbiología Molecular, médico veterinario– aclaró que la fumigación es un «arma secundaria» en relación a «medidas ambientales» tales como «tapar agujeros y rejillas y revocar»; instancia que apuntaría a los sitios donde el animal tiene su «circuito de vida».
«Está totalmente contraindicado fumigar sin tomar medidas ambientales. Porque les tirás veneno y los bichos se ponen más activos. Están en las oquedades de paredes, tubos de ascensores, sótanos, cañerías», explicó De Roodt. «En la Ciudad de Buenos Aires, si aparece uno, hay una probabilidad del 100 por ciento de que la especie sea Tityus Carrilloi, un bicho que en la Argentina es el de mayor importancia sanitaria por lejos, que mató a unos cuantos chicos en el país (en Santa Fe, Córdoba, Catamarca, La Rioja, Jujuy, Entre Ríos, Salta). Pero en Buenos Aires hasta ahora el veneno no es muy potente. Sí lo suficiente para que un chico quede en terapia intensiva. Pese a que sabemos que el veneno es menos tóxico hay que tener cuidado. Puede ser mortal si no se hace la atención rápida», añadió.
En el 15 por ciento de los casos las picaduras derivan en cuadros moderados o graves que requieren de un tratamiento con antiveneno en terapia intensiva. En el 85 por ciento, los cuadros se presentan leves, aunque «el dolor es tremendo». «No es para desesperarse. Pero cuando sucede hay que saber qué hacer», dijo el especialista. Actualmente los alacranes están prácticamente en toda CABA. Es probable –ningún estudio lo prueba, aclaró De Roodt– que la ola de calor influya. Otros factores de su multiplicación son la expansión de la red de subtes y la construcción de edificios. Es «muy común» que circulen por el Lengüitas. Jáuregui comentó que es así desde 2006. Según el experto, «años ha iba al Lenguas Vivas gente del museo de Ciencias Naturales a buscar alacranes». «El tema es que viven en grietas. La escuela tiene cimientos de la vieja cárcel de Las Heras, eso facilita su escondite», precisó Martín Smud, papá de un estudiante.
Es «casi imposible» eliminarlos: las hembras no necesitan de los machos para reproducirse. Pueden estar seis meses sin alimentarse. No se puede llegar con ningún producto a los sitios que habitan. «Hay que tratar de bajar la cantidad y mantenerlos alejados de nosotros», dijo De Roodt, para quien suspender las clases no es una medida que se impone. «Si fuera así México estaría lleno de analfabetos. Si en el peor de los casos hubiese una picadura, en el Lengüitas están en una zona de privilegio, cerca de los hospitales Gutiérrez y Fernández, donde hay médicos formados y disponibilidad de antídoto».
La aparición de los alacranes generó preocupación y malestar en gran parte de una comunidad educativa ya desgastada por la falta de agua fría para los estudiantes y de una adecuada ventilación en un inicio de clases extremadamente caluroso. La Comisión Directiva de la cooperadora envío el miércoles a la dirección de la escuela una carta que exigía la suspensión de actividades hasta que se realizaran «la fumigación y limpieza necesarias». El rectorado se dirigió a las familias con un mail, detallando acciones y pidiendo a los padres que conversaran con sus hijos sobre los cuidados a tener en cuenta en caso de enfrentarse con «algún insecto / arácnido». «Años anteriores han aparecido (los escorpiones) en esta zona y en los análisis surge que esta especie no tiene peligrosidad», se lee en un comunicado del Ministerio, del miércoles.
El escenario escolar de los últimos días estuvo signado por padres encargándose de la hidratación de sus hijos y chicos de secundaria estudiando tipos de escorpiones. «La noticia es el alacrán pero lo que está de fondo es la pésima gestión, la desidia, el abandono«, concluyó Rodríguez. «Así estamos en el día de hoy, veremos si mañana tiene o no tiene que ir a la escuela, algunos piensan una cosa y otros otra pero las cosas se van agregando, a la falta de ventiladores, a la falta de docentes en el aula, a la falta de agua fría, de desinfección, se podría llegar a suponer sin tener demasiados lineamientos políticos que falta un poco de inversión en estructura y mantenimiento en la educación pública», expresó, en sintonía, Smud.