En la madrugada del viernes, Lucas Nahuel Verón estaba festejando su cumpleaños número 18. Con un amigo fueron, en moto, a comprar gaseosas en un maxikiosco. Cuando regresaban a su casa, en Villa Scaso, González Catán, partido de La Matanza, una patrulla policial comenzó a perseguirlos y los agentes dispararon contra ellos, sin motivo alguno. Una bala atravesó el pecho de Nahuel y de esa cruel manera, los policías decretaron que ese fue su último cumpleaños.
En una actitud que los incrimina, los ocupantes del móvil policial se dieron a la fuga. La rápida intervención de militantes de la agrupación Hijos La Matanza, permitió identificar a los prófugos: los policías de la Bonaerense Ezequiel Benítez y Cintia Duarte. Los dos fueron detenidos por orden de la Fiscalía de Homicidios de La Matanza a cargo de Juan Pablo Tahtagian, ante quien los uniformados se negaron a prestar declaración indagatoria.
La Comisión Provincial por la Memoria (CPM), que interviene como querellante en representación de la familia de la víctima, señaló que Lucas fue “fusilado” por los policías. Por su parte, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) de La Matanza expresó su repudio a un hecho en el cual los policías actuaron “de acuerdo a doctrinas propias de estados represores y no dentro del estado de derecho”.