“Nos llenan de toneladas de cocaína todos los días”: El interventor de Aguas Blancas le respondió a Bolivia en medio de la disputa por el alambrado en la frontera

El funcionario salteño aseguró que las autoridades del país limítrofe “flashearon Donald Trump” frente al proyecto impulsado por el Ministerio de Seguridad. Antes, la Cancillería boliviana había expresado preocupación por la construcción del alambrado de 200 metros

Adrián Zigarán, interventor del municipio salteño de Aguas Blancas, encendió la polémica con el gobierno de Bolivia respecto a la construcción de un alambrado fronterizo: “Nos llenan de toneladas de cocaína todos los días y, por más que dialogues o no, no hacen nada”, aseguró esta mañana.

 “El Plan Güemes se lanzó el 9 de diciembre y hasta acá, Bolivia brilló por su ausencia. Que construyamos un alambrado paralelo al río, que es la frontera, una distancia de 500 metros sobre el ejido urbano de Aguas Blancas, la verdad es que flashearon Donald Trump”, agregó, en declaraciones a FutuRock. Además, calificó el comunicado del gobierno de Bolivia como “completamente desubicado”.

Y es que, el pasado domingo, la Cancillería de ese país señaló que “los temas fronterizos deben ser tratados por medio de mecanismos de diálogo bilaterales establecidos entre los Estados para encontrar soluciones coordinadas a temas en común”. Y advirtieron: “Cualquier medida unilateral puede afectar la buena vecindad y la convivencia pacífica entre pueblos hermanos”.

El plan de Argentina contempla

El plan de Argentina contempla la construcción de un cerco perimetral en la frontera con Bolivia, que se extenderá desde la terminal de ómnibus hasta los puestos de control del puerto de chalanas en Aguas Blancas.

El plan de Argentina contempla la construcción de un cerco perimetral en la frontera con Bolivia, que se extenderá desde la terminal de ómnibus hasta los puestos de control del puerto de chalanas en Aguas Blancas. La estructura tendrá una altura de 2,5 metros, una longitud de 200 metros y contará con “dos o tres” puertas distribuidas a lo largo de su extensión. La medida tiene como objetivo garantizar que todas las personas que ingresen o egresen del país cumplan con los trámites migratorios correspondientes.

Zigarán, quien reemplaza al exintendente condenado Manuel Cornejo, advirtió que la construcción del alambrado es una “acción menor” dentro de un plan mayor. “En cualquier lugar del mundo, la gente egresa e ingresa por Migraciones. Entonces, ¿por qué acá está liberado? Es una medida mínima de volver a poner orden en la frontera”, explicó. También aseguró que “no hay una colaboración” desde el gobierno boliviano.

Consultado por un periodista respecto a si Argentina debería consultar con las autoridades del país limítrofe, en lugar de tomar decisiones unilaterales, respondió: “Hace un mes, Bolivia por una cuestión de que, según ellos, se les disparaban los precios internos porque íbamos nosotros a comprarles, desplegaron fuerzas militares. Militarizaron dos días la frontera y nosotros, desde este lado, mirábamos el movimiento. Nunca se nos ocurrió preguntar qué es lo que estaban haciendo. Lo que ellos hagan de su lado no interfiere con lo que nosotros hagamos del nuestro”.

En una reciente entrevista con Urbana Play, el funcionario señaló que actualmente muchas personas cruzan un muro y transitan entre los países sin realizar trámites ni pasar por controles. Durante el día, generalmente operan los llamados “bagayeros”, quienes transportan mercancías destinadas al comercio. Sin embargo, por la noche, son comunes los “chancheros”, que ingresan con bolsas de consorcio cuyo contenido se desconoce.

Desde que se puso en marcha el Plan Güemes en la provincia de Salta, la Prefectura Naval Argentina (PNA) comenzó a realizar tareas de patrullaje, por primera vez, en las aguas del Bermejo, que separa ambos territorios. Hasta ahora, el afluente era controlado exclusivamente por las fuerzas de seguridad del Estado Plurinacional de Bolivia.

En el último tiempo se había convertido en una de las rutas utilizadas por el narcotráfico. “Es un paso fronterizo en el que permanentemente había total y absoluto descontrol y en el último tiempo se había asentado el crimen organizado, se habían asentado bandas, hubo muertes”, detalló al respecto Patricia Bullrich, al tiempo que sostuvo que Orán y Aguas Blancas son “el punto más álgido de entrada de cocaína del país”.

Por su parte, Sáenz respondió a las quejas de los funcionarios bolivianos. “El Gobierno de Salta y el Gobierno argentino no tienen por qué darles explicaciones sobre algo que hace en su propio país”, contestó durante una entrevista con TN.

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