Pablo González, presidente de YPF, habló en el programa Rayos X de Radio 10 y recordó que la Argentina tiene la segunda reserva de gas no convencional del mundo y la cuarta reserva de petróleo no convencional del mundo en Vaca Muerta. “Los dos gasoductos que evacuan gas a la provincia de Buenos Aires están saturados por más que nuestro país produzca más no podría transportarlo en un escenario donde en el mundo se demanda energía y gas”, destacó.
González remarcó que la guerra en Ucrania que potenció hacia arriba los precios de los commodities. “Este gasoducto se tendría que haber empezado a construir en 2017. El mejor equipo de los últimos 50 años no previó esto”, agregó.
Luego, repasó que YPF en el año de la pandemia perdió USD 1.000 millones y venía de un declino de producción muy sostenido de petróleo y gas, del 20% en cinco años acumulado. “Esto se produce por una decisión política de propiciar el crecimiento de otras compañías de hidrocarburos en detrimento de YPF, como consecuencias de decisiones administrativas que tomó el Gobierno anterior”, dijo.
Y destacó la actual situación de la compañía. “El año pasado nosotros logramos frenar el declino de la producción e incrementar la producción y bajar la deuda. El panorama es bueno a futuro pero es crítico al presente porque hay una crisis energética en todo el mundo. Y nuestro el país tiene un problema de transporte”, indicó González.
Con respecto al gasoducto que está en etapa inicial, el presidente de YPF detalló que el año que viene se va a terminar el primer tramo que va de Tratayén (Neuquén) hasta Saliqueló y ahí se va a mejorar la capacidad de transporte en 11 millones de metros cúbicos. Luego, se licitará el tramo siguiente de Saliqueló a San Gerónimo. “Es importante destacar que parte de este tramo se va a financiar con el aporte el impuesto a las grandes fortunas. USD 500 millones van a permitir empezar rápidamente en gasoductos, en una decisión que se tomó el año pasado de mejorar la capacidad de transporte de la Argentina”, recordó.
“El día de mañana este gasoducto va a permitir que no vengan más barcos de GNL y la Argentina también va a tener la posibilidad de convertirse en exportador del gas. Necesitamos divisas e incrementando la producción puede convertirse en exportador”, subrayó.
González destacó que hoy la Argentina importa gas desde Bolivia, que está declino y hay una negociación en marcha, en la que YPF está colaborando. El resto de las importaciones son a través de barcos de GNL que tienen un precio muy alto, por encima del año pasado, como consecuencia de la guerra.