La actriz viajó a Jujuy para rodar la película Pipa, la tercera parte de la saga que comienza con Perdida y Corazonada, basada en los libros de Florencia Etcheves y dirigida por Alejandro Montiel. La polémica no tardó en llegar ya que el rodaje se realizó sin aviso a los padres, mientras los chicos estaban cursando, por lo que no los dejaron salir del aula para no interrumpir la producción. Además, aseguraron que se rompieron los protocolos sanitarios y que se tomaron imágenes de los menores de edad sin permiso, las cuales por lo tanto no podrán ser utilizadas para la película.
“Los chicos tuvieron que estar encerrados en ciertas aulas porque el resto del colegio lo usaban para rodar escenas de la película, son locaciones que consigue la producción”, adelantó Ariel Wolman en Nosotros a la mañana y luego Rodolfo y Carolina, papás de un alumno de la institución detallaron todas las irregularidades a su entender ocurridas.
“A partir de las 15.30 mientras estaban en clase la producción usó las instalaciones y eso significó que para los chicos fuera imposible salir de las aulas, sin poder ir al baño, sin tomar la merienda, hacer actividad física y desarrollar las actividades normales de una jornada educativa para cualquier escuela”, dijo la mamá y siguió: “En términos de tiempo no es grave, pero lo grave es que las familias no fueron consultadas, se usaron imágenes de la escuela y de los niños saliendo de la escuela, no hubo consentimiento de las familias ni del equipo docente de grados, fue algo que se gestó desde el ministerio”.
El padre agregó que ni ellos ni los maestros de grado estaban enterados de que la escuela funcionaría como locación, solo lo sabían las autoridades y la gente del ministerio “Nos dijeron por Whatsapp que retiremos a los chicos 10 minutos antes porque había una filmación. Nosotros por la pandemia dejamos a los chicos y entran por protocolo, hace un año que nosotros no podemos entrar a la escuela pero por lo que dicen los directivos participaron de la grabación”.
“Por más simpática que sea la anécdota, existen leyes de la protección a la intimidad de los niños que fueron violadas y los adultos no fuimos consultados”, insistió la madre, haciendo hincapié a que no se pueden tomar imágenes de menores sin el permiso de sus padres. Además, aseguró que en una escuela donde la presencialidad plena comenzó hace nada más que quince días, se “pasaron por encima de los protocolos sanitarios”.
“Se usó el espacio por un emprendimiento privado, la provincia el jueves tuvo feriado y después fin de semana largo, cinco días, no se podía usar durante esos días”, cerró Carolina quien cree que a partir de las acusaciones, la producción no podrá usar las imágenes de los niños para la película.