Campesinos de la zona de Marina Cué, en Curuguaty, donde ocurrió la masacre que en 2012 derivó en el golpe institucional contra Fernando Lugo, se movilizaron hoy en Asunción para insistir en reclamo de las tierras que ocupan, cesión que el Congreso votó pero el Poder Ejecutivo vetó días después.
Los campesinos, unas 160 familias, marcharon a la Plaza de Armas de la capital paraguaya, después de que el Gobierno de Mario Abdo Benítez vetara el proyecto de ley que desafecta 1.748 hectáreas de una finca del distrito de Curuguaty, que está a nombre del Ministerio del Ambiente, y las transfiere al Instituto de Tierras para, a su vez, cederlas a las familias.
Martina Cardozo, una de las lideresas campesinas, cuestionó que el Gobierno haya vetado la ley que les permitiría mejorar sus condiciones de vida.
“Nuestras tierras nos dan de comer. Habrá pobreza con esta situación. Este es un atropello a nuestros derechos. No se entiende cómo pudieron rechazar la transferencia”, dijo a Noticias Paraguay y citó el diario Última Hora.
El proyecto fue presentado en el Senado y Abdo Benítez se había referido a la propuesta como una reivindicación para los campesinos, pero después vetó la iniciativa.
Las tierras fueron escenario de la llamada “masacre de Curuguaty”, del 15 de junio de 2012, en la que 11 campesinos y seis policías murieron en un enfrentamiento durante un intento de desalojo.
La masacre derivó en la destitución de Fernando Lugo y la asunción de su hasta entonces vice, Federico Franco.
Como compensación, el Gobierno propone un nuevo proyecto de ley para destinar 806 hectáreas no boscosas de la reserva Yberá a un asentamiento campesino, pero corresponde al Congreso decidir si acepta o no el veto del Poder Ejecutivo.