La cantante irlandesa fallecida este miércoles compartió hace unas semanas un mensaje en la que contaba cómo transcurría su vida luego del suicidio de su hijo Shane, de 17 años: “Era el amor de mi vida. Estoy perdida sin él”, escribió.
El adolescente había sido hallado muerto el 7 de enero del año pasado en Bray, Wicklow, Irlanda, unos días después de ser reportada su desaparición. Shane se encontraba en tratamiento psiquiátrico en un centro médico de la ciudad Newbridge, en el condado de Kildare, donde había asistido por última vez antes de su desaparición. Según informó la Policía de Irlanda, que llevó a cabo una serie de allanamientos para intentar localizarlo, estaba bajo vigilancia por riesgo de suicidio. Como consecuencia del impacto de la pérdida, la artista fue hospitalizada, luego de publicar un largo hilo en Twitter en el que explicaba cómo había “decidido seguir a su hijo”. Luego, aseguró que ella misma había tomado la decisión de internarse para estabilizar su salud mental.
El 17 de julio último, como respuesta a un mensaje de Twitter en el que estaba arrobada, la cantante irlandesa aceptó contar cómo se sentía en ese momento: “Desde entonces me siento como una criatura nocturna muerta en vida”. Y continuó: “Shane era el amor de mi vida, el faro de mi existencia. Éramos un alma en dos mitades. Él fue la única persona que me amó incondicionalmente. Estoy perdida sin él”.
Dos semanas antes, O’Connor había compartido un clip de su apartamento, en el que hacía referencia, también, al doloroso duelo que estaba atravesando. “Me veo como una mier. . . de cualquier manera, por eso no quería hacer un video. . . Pero ya sabes, la forma en que tu hijo lamentablemente fallece, no es bueno para el cuerpo o el alma”, contaba en el video, que luego borró, al igual que su último mensaje.
Tres días después, compartió una publicación un poco más alentadora en su cuenta de Facebook en la que se refirió, específicamente, a su nuevo material musical. Allí, contó que había regresado a Londres y estaba trabajando en su nuevo álbum y anunció que tenía planeado realizar una gira en 2024 y 2025.
“Hola a todos, recientemente me mudé de regreso a Londres después de 23 años de ausencia. ¡Estoy muy feliz de estar en casa! Pronto terminaré mi álbum, y el lanzamiento está previsto para principios del próximo año. Con suerte, viajaré por Australia y Nueva Zelanda hacia fines de 2024 y a Europa, Estados Unidos y otros territorios a principios de 2025″, escribió.
Este miércoles, la noticia sobre su muerte, a los 56 años, causó una gran conmoción alrededor del planeta. “Con gran tristeza anunciamos el fallecimiento de nuestra querida Sinéad. Su familia y amigos están devastados y piden privacidad en este momento tan difícil”, indicó la familia en un comunicado difundido por el canal público irlandés RTE.
Alcanzó la fama con la publicación del disco I Do Not Want What I Haven’t Got, editado en 1990. En este álbum se incluyó el tema más famoso de la artista, la canción “Nothing Compares 2 U”, compuesta por Prince, con la que la irlandesa consiguió varias nominaciones para los premios Grammy. En su extensa trayectoria profesional llegó a publicar diez álbumes.
Nacida en Dublín en 1966, la cantante y compositora dio sus primeros pasos en el mundo de la música en el grupo Tom Tom Macute hacia 1985. Su primer álbum solista, The Lion And The Cobra, llegó dos años después, pero la fama a nivel mundial vino en 1990, con el video de “Nothing Compares 2 U”, con su icónica cabeza rapada y una toma en primer plano que la mostraba llorando con tristeza y algo de ira.
A pesar de ser una artista completa, subversiva y muy personal, en varias ocasiones su nombre llegó a los medios por su fuerte posicionamiento sobre cuestiones relacionadas con la religión, la política, la sexualidad, el feminismo y la guerra. Sin miedo a enfrentarse a los poderosos, se peleó con Frank Sinatra por su negativa a permitir que tocaran el himno nacional estadounidense en uno de sus espectáculos y acusó a Prince de amenazarla físicamente. Una de las imágenes que más la representa es cuando rompió una foto del papa Juan Pablo II durante una aparición televisiva en Saturday Night Live en protesta por los casos de pederastia perpetrados por sacerdotes miembros de la iglesia católica.