Si existe un político argentino que no habla con eufemismos es Miguel Angel Pichetto. Ayer, durante el lanzamiento de la Encuentro Federal, la fundación del Peronismo Republicano, redondeó muchas frases que confirmaron que su fuerte son las definiciones sin medias tintas. Por ejemplo: “La educación no puede estar en manos de los Baradel”, “La Teología de la Liberación y la ideología del pobrismo son dos desviaciones de la Doctrina Social de la Iglesia”. “Hay gerentes de la pobreza como Juan Grabois, que están medrando con los pobres”. “La cultura dominante metropolitana en la Argentina está en manos de la izquierda y este tema de género es exhorbitante”. “Hay que terminar con el circuito del negocio de los derechos humanos”.
Nadie puede dudar sobre lo que piensa Pichetto, mucho menos el auditorio que llenó el salón donde se presentó la fundación, en la Seccional Capital del Sindicato de Gastronómicos, que conduce Dante Camaño. Allí había muchos peronistas no kirchneristas, legisladores, sindicalistas y militantes, unidos en un acto muy curioso para la liturgia de los seguidores de Juan Domingo Perón: había mucho saco y corbata, ningún bombo y mucho menos la entonación de la clásica “marchita”.
En el escenario, sentados junto con Pichetto, había integrantes de Encuentro Federal como Susana Decibe (ex ministra de Educación de Carlos Menem), Andrés Cisneros (vicecanciller de Guido Di Tella entre 1992 y 1996), Eduardo Mondino (ex Defensor del Pueblo de la Nación), Florencia Arietto (dirigente del PRO y especialista en temas de seguridad) y Juan Carlos Sánchez Arnau (diplomático y economista), y entre el público estaban dirigentes políticos como Joaquín de la Torre, Ramón Puerta, Juan Carlos Romero, Claudia Rucci, Miguel Angel Toma, Jorge Yoma, Adrián Menem y Teresa González; gremialistas como Marcelo Peretta (farmacéuticos) y Facundo Lancioni (Seduca), además de Camaño; personalidades del mundo académico como Alejandro Fargosi y Torcuato Sozio, y miembros de las otras fundaciones de Juntos por el Cambio.
“La educación no puede estar en manos de los Baradel”, dijo Miguel Angel Pichetto
El acto fue abierto por Camaño, ex cuñado de Luis Barrionuevo y peronista cercano al PRO, quien dio la bienvenida a los presentes y elogió a Pichetto por oponerse a “esta marea de usurpación y de saqueo ideológico, político y económico que ha sufrido el peronismo”. Lo siguió Mondino, director de Encuentro Federal: “Necesitamos un programa de gobierno para el 2023 y se requieren ejecutores para que lo lleven adelante -dijo-. Esta Fundación es un espacio para dar una formación adecuada a aquellos que asuman el desafío de gobernar el Estado. Hay que retomar el camino del progreso que se ha dejado de lado”.
Luego, Decibe habló sobre los problemas de la educación en la Argentina y criticó a medias a los sindicatos docentes: “Es fácil criticar a las organizaciones sindicales, que obviamente son obstructivas, colaboran poco y sabemos que actúan más por sus intereses partidiaros que profesionales, pero no los podemos culpar de que el Estado se haya corrido de su responsabilidad”.
Sánchez Arnau brindó a continuación un detallado análisis de los dilemas económicos del país, donde incluyó el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), al que llegamos porque “tenemos en deuda pública vencimientos por 60.000 millones de dólares, que son impagables” y destacó que “gracias a este gobierno n nos ha quedado ni un dólar en las reservas”.
“Estamos haciendo un aporte de ideas en un país donde faltan ideas», señaló Miguel Angel Pichetto al explicar por qué crearon Encuentro Federal
El encuentro lo cerró Pichetto, aplaudido como una estrella de rock por los presentes, con una explicación de por qué habían creado Encuentro Federal: “Estamos haciendo un aporte de ideas en un país donde faltan ideas. El debate cultural es un tema central en la Argentina”, dijo el ex candidato a vicepresidente. Y agregó: “El nombre de la fundación tiene que ver con el reencuentro de los argentinos. A su vez, el Peronismo Republicano es una visión del centro nacional, donde el sujeto político más importante es el trabajador y las empresas, y que busca la armonización del mundo del capital y del trabajo”.