Los 56 millones de habitantes de Inglaterra volverán al confinamiento domiciliario a partir del jueves y hasta el 2 de diciembre en un intento de frenar el avance de la pandemia de coronavirus, que superó el millón de casos, anunció hoy el primer ministro británico Boris Johnson.
«Si no actuamos ahora» corremos el riesgo de tener «miles de muertes al día» en unas pocas semanas, dijo Johnson en conferencia de prensa, y sostuvo que si eso ocurre sería «un desastre moral» para el servicio de salud (NHS) y el país.
«Tenemos que ser humildes ante la naturaleza», afirmó el premier en una rueda de prensa en la que anunció su cambio de enfoque sobre la estrategia para enfrentar el coronavirus en una jornada en la que el Ministerio de Sanidad anunció oficialmente que el Reino Unido sumó 1.011.660 personas que dieron positivo en los test de coronavirus, tras un aumento de 21.975.
Además, en las últimas 24 horas murieron por la Covid-19 otras 326 personas, para llegar a un total acumulado de 46.467 fallecidos oficiales desde el 2 de marzo.
La incidencia de nuevos casos en todo el país se estima actualmente en 230 por 100.000 habitantes, según reportó la agencia Sputnik.
El confinamiento implica que todos los comercios no esenciales cerrarán y los ingleses no podrán salir de casa salvo para cuestiones esenciales, como comprar comida o acudir al médico, aunque las escuelas y las universidades seguirán abiertas, informó la agencia de noticias AFP.
El primer ministro defendió la elección de las restricciones locales adoptadas en las últimas semanas, subrayó «los costos del encierro», pero ante nuevos datos formalizó el visto bueno para el una segunda edición de la medida a partir del jueves, al tiempo que invitó nuevamente a la población a «quedarse en casa».
Johnson, que fue muy criticado al inicio de la pandemia por haber minimizado los alcances y haber reaccionado tardíamente ante el avance de la enfermedad, que incluso lo contagió a él, se resistió todo lo que pudo antes de volver a imponer medidas de alcance nacional.
Previo a este anuncio, el premier mantuvo una reunión de emergencia con los miembros de su gabinete en la que sus asesores científicos expusieron alarmantes resultados de las ultimas proyecciones sobre el avance de la segunda ola de coronavirus.
El norte del país, en torno a ciudades como Liverpool y Mánchester, ya estaba bajo fuertes restricciones, con cierre de bares y prohibición de reunirse con familiares y amigos con quienes no se conviva.
Pero un estudio publicado el jueves por el Imperial College London e Ipsos Mori lanzó la alerta sobre la rápida propagación del virus más al sur, que podría rápidamente encontrarse al mismo nivel.
Así, Johnson se vio empujado por sus asesores a frenar ahora la disparada en los contagios, con la esperanza de poder permitir que las familias se reúnan en Navidad.
El primer ministro también recibió en su oficina de Downing Street 10 al grupo de diputados conservadores más escépticos y opuestos al confinamiento nacional.
La gravedad de la situación provocó un retraso de más de dos horas en la emisión de la declaración a la nación del primer ministro, que sus portavoces habían anunciado inicialmente para las 16 (13 de Argentina).
La Cámara de los Comunes tendrá la oportunidad de debatir y posiblemente votar sobre las nuevas limitaciones el próximo miércoles.
Estas medidas solo afectan a Inglaterra, porque cada una de las cuatro naciones que forman el Reino Unido decide sus políticas sanitarias.
Los más de tres millones galeses ya fueron reconfinados hace una semana por su gobierno regional durante 17 días.
Previo al anuncio, la posibilidad de este confinamiento ya generaba reacciones en contra, básicamente fundadas en el temor a las consecuencias económicas, después de que el FMI avanzase esta semana una caída del 10,4% del PIB británico en 2020, peor de lo previsto.