Hace 15 días, el Presidente libertario se había ausentado de la foto del G20 realizado en Brasil para marcar sus diferencias con el anfitrión
El presidente de Brasil, Lula Da Silva, no participó de la tradicional foto de familia que marcó el cierre de la Cumbre del Mercosur realizada este viernes en Montevideo. Sus allegados informaron oficialmente que el mandatario tenía prevista una reunión que le impedía posar en la imagen. Sin embargo, su ausencia pareciera ser más una devolución de gentilezas al argentino Javier Milei y no un problema de agenda.
La Cumbre cerró con una formalidad: Milei fue elegido como presidente pro tempore del Mercosur y pronunció un discurso muy duro, similar al que había dado durante la mañana, criticando el proteccionismo del bloque regional y abogando por reformas que les permitan a los estados parte hacer acuerdos comerciales con el mundo. Apenas finalizado el mensaje del presidente argentino, el anfitrión, Luis Lacalle Pou, expresó palabras de despedidas. Según reflejó la transmisión oficial, una asistente se acercó al uruguayo para acompañarlo hacia el lugar en el que estaba previsto que se realizara la foto de familia, ante lo que el jefe de Estado del país vecino responde: “Pero Lula se fue”. “Sí, lo dejó al canciller”, le responden.
Finalmente, la instantánea de mandatarios se realizó sin la presencia del brasileño. Estuvo canciller, Mauro Vieira, de corbata violeta a la izquierda de Lacalle Pou.
Hace casi 15 días, el 19 de noviembre, Milei había protagonizado una secuencia similar en Río de Janeiro cuando se ausentó de la “foto de familia” del G20. Si bien la diplomacia argentina aseguró que hubo problemas de agenda, el gesto fue interpretado como un desplante por el Palacio de Planalto. Por eso, la jugada de “Lula” de este viernes podría leerse como una pequeña revancha.
Durante su discurso como nuevo presidente pro témpore del Mercosur, Milei dijo que trabajará para que haya “menos trabas para comerciar puertas adentro”, “más libertad para comerciar puertas afuera” y “más colaboración para la persecución del narco”, especialmente en la zona de la Triple Frontera.
“La realidad es que tenemos dos caminos: o aceptamos que el Mercosur no funciona y lo disolvemos, lo cual no es la voluntad del gobierno argentino, o lo adaptamos para que sea funcional a las necesidades actuales de sus integrantes. Esta segunda alternativa, por supuesto, requiere honestidad intelectual y predisposición al cambio”, dijo Milei.
Y completó: “Mi ministro de Economía hace unos días dijo que hay momentos donde la historia cambia, nosotros estamos acostumbrados a leer sobre esos momentos el libro de textos. Entonces asumimos que no lo podemos vivir, que el presente es estático y que hacer historia es algo que ocurre siempre en el pasado. Y sin embargo, la gran historia fue hecha y fue hecha por meros hombres como nosotros, no por dioses. En eso consiste precisamente la libertad del hombre: poder salir del determinismo de nuestro pasado y hacer algo distinto, ser arquitectos de nuestro propio destino. Quiero invitarlos a todos a que hagamos ejercicio de esa libertad que es el don más preciado que tenemos que nos asignen, que nos animemos a salir del determinismo y hagamos historia grande una vez más”.