Ricardo Lorenzetti, ministro de la Corte Suprema, será uno de los expositores en el encuentro convocado por la Asociación de Juezas y Jueces Federales para respaldar a los magistrados que intervienen en causas de narcotráfico de todo el país. En la previa, mantuvo encuentro con jueces, funcionarios y empleados judiciales de todo el país y se fotografió con ellos en la escalera central de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario, en donde se realizará la charla convocada bajo el título “El juzgamiento del narcotráfico”.
En diálogo con Infobae, Lorenzetti alertó que el narcotráfico ingresó en una segunda fase en la Argentina, que incluye secuestros, sicarios y asesinato. Y adelantó que propondrá la creación de una agencia especializada y permanente para poder frenar el avance del crimen organizado en todo el país.
– ¿Por qué vinieron a Rosario?
El propósito de esta reunión nace de un grupo de jueces de acá, de Rosario, y de Buenos Aires, dada la peligrosidad en el trabajo y la falta de jueces. La primera intención es venir a apoyarlos
Esto fue organizado por la Asociación de Jueces Federales y luego se invitó a muchísimas personas, entre ellos a la Corte Suprema y a sectores políticos relevantes de la región: senadores nacionales, diputados nacionales, gobernador e intendentes. ¿Por qué? Porque hace falta una política de Estado.
– ¿Cómo tomaron los rumores que indicaban que iba a haber balaceras para recibirlos?
Yo he venido muchísimas veces. Hace poco me dieron el doctorado honoris causa, estuvo lleno de gente, y no pasó nada.
– Usted decía que hace falta una política de Estado contra el narcotráfico. ¿Cree que hoy no se aborda correctamente la cuestión?
En el año 2009, la Corte dictó el fallo Arriola. Los jueces que integrábamos el tribunal en aquel entonces (Petracchi, Fayt, Zaffaroni, Maqueda, Argibay y yo) éramos personas muy diferentes, pero todos coincidíamos en que era necesario que hubiera una política de Estado contra el narcotráfico. Pasó más de una década y no se hizo nada, con lo cual el problema se agravó.
El narcotráfico entró en una segunda fase. Se habla no sólo de consumo y distribución, sino de sicarios, homicidios, lavado de dinero, extorsiones, comerciantes presionados, secuestros extorsivos… Entonces, es necesario reaccionar. Además, hay una tragedia personal porque hay mucha gente que sufrió homicidios, chicos que caen en la adicción; hay una tragedia social porque la gente vive con miedo acá en Rosario y en muchos lugares del país; y hay una tragedia institucional que es la ineficacia generalizada que genera una rechazo muy fuerte, un enojo social.
Frente a eso, nosotros hacemos dos cosas: una es apoyar al Poder Judicial federal y provincial. Y lo segundo, que es mi tarea específica porque yo coordino la comisión de lucha contra el narcotráfico, es plantear un modelo. ¿Qué significa eso? Hasta ahora estos temas se tratan por partes, eso significa que nadie puede. Porque el intendente, el gobernador, la Nación, la Policía local, la Policía Federal y los jueces dicen “yo no puedo”. Cada parte dice “no puedo” y le echa la culpa al otro o al anterior. Eso es un modelo que no va más. Lo que hay que hacer es cambiar el modelo.
– ¿Y qué propone usted para cambiar ese modelo?
Dos conceptos. Uno es que haya un abordaje integral de todas las causas, y el segundo es permanente. ¿Qué significa integral? Nosotros tenemos que trabajar en la institucionalización de las villas y los barrios. Un trabajo importante que hizo el Dr. Lijo fue: en una villa de Buenos Aires se hicieron allanamientos, pero después fue la institucionalización de eso. Fue coordinado con la Iglesia, con la Municipalidad.
– ¿Algo parecido al FBI?
Una agencia. Si no, hay un homicidio, se actúa y después al día siguiente se olvida todo. Ese funcionamiento esporádico, que es propio de nuestro país, en todos los temas que hace que los temas no se resuelvan, se trasladan…
– ¿Hay responsabilidad del poder político en el narcotráfico?
La responsabilidad que vemos es la falta de organización de un sistema efectivo, eficaz, que es algo que tenemos que hacer todos. Este problema no se soluciona con lo que haga un intendente, un gobernador o el Presidente; esto lo tenemos que hacer entre todos.
– ¿Pero hay complicidad? ¿El narcotráfico compra estructuras políticas?
No tengo elementos para afirmar eso