Rusia está profundamente alarmada por la intensificación de los bombardeos en el este de Ucrania, declaró el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, mientras denuncias del Ejército ruso sobre un ataque desde Ucrania a sus puestos fronterizos aceleran la escalada del conflicto.
«La situación es extremadamente tensa (en Donbass); no vemos señales de disminución de las tensiones; se intensifican las provocaciones, bombardeos, y, desde luego, esto nos genera una profunda preocupación», dijo Peskov, informó la agencia de noticias Sputnik.
La noche del domingo, los esfuerzos diplomáticos para solucionar la crisis sufrieron un duro revés cuando un obús disparado desde territorio ucraniano destruyó una estructura de un puesto fronterizo ruso sin dejar víctimas, según acusaron los servicios de seguridad rusos.
El hecho se enmarca en un contexto de combates entre fuerzas de Kiev y separatistas prorrusos en el este de la ex república soviética.
Rusia y Ucrania se acusan mutuamente de ser responsables de los nuevos combates en el este separatista ucraniano.
El conflicto armado en el este de Ucrania entró en una fase de escalada en la segunda quincena de febrero.