El martes por la tarde, un policía de la Bonaerense que patrullaba la plaza de San Miguel notó algo extraño en un auto que estaba estacionado en la zona. En el vehículo había un hombre sentado en el asiento del conductor y cada tanto se acercaba alguien que le golpeaba la ventanilla e intercambiaban algo, una posible transa. Cuando se acercó, notó que en el asiento del acompañamiento había dinero y unos cartones. No llegó a darse cuenta de qué eran. Recién cuando identificó al hombre en el auto, el policía notó que eran certificados oficiales de vacunación de la Provincia de Buenos Aires que estaban siendo vendidos con datos de personas que previamente los habían comprado.
Cuando intervino la UFI N° 23 de Malvinas Argentinas, a cargo de la doctora Silva Bassani, se ordenó la detención del vendedor al que se le secuestraron 44 cartones que eran originales pero con datos de personas que no estaban vacunadas oficialmente. En pocas horas, la investigación determinó que detrás de la maniobra había dos enfermeros profesionales que actualmente trabajan en vacunatorios y que se encargaban de firmar y sellar los cartones y luego de cargar los datos de los no vacunados como si lo fueran en el Registro Federal de Vacunación (NOMIVAC).
En sólo dos días de investigación, la fiscalía descubrió que, hasta el momento, 123 personas que fueron anotadas en las estadísticas oficiales como si estuvieran vacunadas. “Algunos de ellos poseen una dosis y, a cambio de dinero, se los anotó como si tuvieran el esquema completo y otros ni siquiera tenían vacunas aplicadas pero fueron inscriptos como si tuvieran las 3 dosis”, explica a Infobae una fuente de la causa.
Luego de la detención del hombre que vendía los certificados sentado en su Volkswagen Gol Country, identificado como Esteban Nicolás Z. (35), los investigadores comenzaron con el análisis de los teléfonos y demás tareas investigativas que derivaron en la detención de dos personas más.
Esos dos cómplices no tenían un rol secundario sino todo lo contrario. Eran las piezas claves detrás de la maniobra. Ambos son enfermeros profesionales que se dedican a la aplicación de vacunas en lugar oficiales.
La segunda de las detenidas en el expediente fue la enfermera Maribel María F., esposa del primer detenido y empleada del Sanatorio General Sarmiento. Cuando allanaron su casa los efectivos secuestraron 23 constancias de vacunación de PBA contra el COVID en blanco, sus dos sellos con matricula nacional y provincial y cinco celulares.