La Legislatura porteña aprobó la reforma del estatuto docente. Con 32 votos afirmativos, al oficialismo le bastó con la mayoría automática con la que cuenta para convertir en ley el proyecto enviado el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta. Del otro lado, entre el Frente de Todos y la izquierda sumaron 27 votos negativos.
El proyecto que se aprobó hoy busca crear una carrera “horizontal” y que los buenos docentes no deban salir del aula para percibir un mejor salario, que se valore el mérito y la formación y no únicamente la antigüedad a la hora de concursar cargos.
El principal punto de discordia fue la titularización de cargos que promueve la iniciativa. De hecho, hoy dos gremios docentes -Ute y Ademys- convocaron a un paro para rechazar que solo se contemple el paso a planta permanente de 5 mil profesores de secundaria. Según los sindicatos, 10 mil maestros más de todos los niveles y modalidades deberían acceder a un cargo titular.
Durante la sesión, muchos de los los legisladores de la oposición tomaron como bandera el reclamo gremial y pidieron porque se regularice la titularización masiva de docentes. En cambio, en el oficialismo los discursos giraron en torno a la necesidad de generar una nueva carrera tras 60 años de permanencia del mismo estatuto de maestros, en generar incentivos vinculados a la formación para lograr ascensos.
En esa línea, Soledad Acuña, ministra de Educación porteña, había expresado horas antes: “A partir de ahora, los docentes de la Ciudad tendrán la posibilidad de ascender en su carrera sin tener que asumir cargos de conducción. Porque para nosotros la decisión de un docente de seguir formándose y capacitándose para mejorar su trabajo en el aula tiene un gran peso y, con esta reforma, será reconocida salarialmente”.