El profesor Fernando Signorini, histórico preparador físico de Diego Maradona, consideró hoy que «todo el deporte es un ambiente tóxico» y al ser consultado sobre la muerte de Santiago «Morro» García sostuvo que hay muchos chicos que son «descartados» por el sistema y que «están todos en riesgo».
«No es solamente a los que llegan (a ser profesionales del fútbol), las víctimas predestinadas, es decir, los corderos de ese rebaño que el poder maneja con tanta perversidad, están todos en riesgo», sostuvo Signorini en diálogo con con radio Sol, de Santa Fe.
En ese sentido, dijo que «hacen falta políticas de Estado» y propuso que desde «el Ministerio de Cultura, si es que se sigue considerando al fútbol un hecho cultural, el Ministerio de Salud Pública, el Ministerio de Deportes, llamar a una gran mesa de debate para aportar soluciones».
Seguidamente criticó a los dirigentes, pues dijo que no se sabe «quienes están realmente capacitados, con esa sensibilidad, para que el fútbol vuelva a servirle a la sociedad, como alguna vez sirvió, para ayudar a que el niño que practica deportes sea mañana mejor que hoy».
«Todo el deporte es un ambiente tóxico. El súper profesionalismo ha hecho que el fútbol, o el deporte, ya no sea más una actividad donde uno va a buscar preservar y mejorar la salud, sino que va a ponerla en riesgo», opinó.
Para Signorini, tiene que ver «con la necesidad brutal que hay por recaudar billetes aprovechándose de él, pero también el interés del sistema de tenerlo, como dice Juan Manuel Lillo (ayudante de Pep Guardiola en Manchester City), como un maravilloso consolador social».
«Es un poco como los medios de comunicación: bien usados en sus contenidos son maravilloso, pero de la manera en que se usan son realmente nefastos», comparó Signorini.
Luego dijo que el fútbol «también es un excelente medio para estupidizar a las masas, porque mientras el mundo se cae a pedazos juegan River y Boca y estamos todos, es el árbol que tapa el monte».
«Alguna vez, y con mucha razón, Jorge Luis Borges dijo que el fútbol es popular porque la estupidez es popular. Entonces, para que mejore el fútbol, primero vamos a tener que mejorar a la sociedad, para que no sea tan estúpida, y a los dirigentes, para que no sean tan voraces y despiadados», añadió.
Además, dijo que contar con psicólogos en los planteles de fútbol «es necesario como una alternativa terapéutica si alguien tiene problemas, porque el técnico o el preparador físico pueden tener entusiasmo, pero cada profesional tiene su área».
Signorini pidió poner atención en «los chicos que no llegan, que son descartados, porque si de 100 llegan 3, hay 97 que quedan en el camino» y reseñó lo ocurrido «el año pasado en Aldosivi, donde un chico de 19 años decidió poner fin a su vida con un disparo porque lo habían dejado fuera de la convocatoria. Y lo mismo había pasado dos meses antes en Colón, con un chico de 17».